Veintidós venezolanos que trataban de huir de la tragedia que Nicolás Maduro y su banda de delincuentes le ha impuesto Venezuela, se ahogaron en su intento de buscar libertad y mejor calidad de vida.
Mientras veintidós familias lloran la pérdida de sus seres queridos Diosdado Cabello hace gala de humor negro por la forma como murieron burlándose así del dolor y desesperación de sus familias.
Estos lamentables hechos deben parar, y llamar a la reflexión a los políticos locales y a los organismos internacionales para que la situación venezolana deje de ser un asunto de escritorio y se tomen acciones que terminen con el calvario que diario viven los venezolanos, y eso pasa por la salida del poder de Nicolás Maduro y su régimen delincuencial. Para quienes la vida del venezolano vale menos que la nominación de un billete de 100 bolívares, su único objetivo es mantenerse en el poder a cualquier costo.
El gobierno de Trinidad y Tobago incurre en el delito de colisión cuando viola todos los acuerdos internacionales de protección que ha suscrito y se convierte en cómplice de una tirania genocida, para no afectar la relación comercial que mantiene con el titere de la Habana.
El mar de la felicidad al que una vez Hugo Chávez prometio llevar a Venezuela, ahogo a veintidós venezolanos que huían de un país arruinado por bandoleros donde no hay dinero, trabajo, comida, seguridad, medicinas ni respeto a los derechos humanos.
. Cnel (GN) Antonio Semprun