Es digno de un estudio, analizar el comportamiento de los venezolanos que no les importa lo que ha pasado en el país en los últimos 20 años y que de una manera u otra piensan que no es de su incumbencia el sufrimiento de la sociedad.
En la últimas fechas hemos visto como además de los políticos traicioneros , existen personas que ejercen influencia en las redes sociales como el youtuber Gabriel Herrera, que habla de lo maravilloso que está Venezuela aún cuando se violen derechos humanos y se mantenga una tiránia que ha generado la salida de seis millones de venezolanos, o la exposición de la famosa actriz Gaby Espino con un boliburgues venezolano en los premios Billboard. Lo lamentable de estás actuaciones es que demuestran poca importancia por el venezolano de a pie y la total falta de empatia por la integridad y los valores. Hablar bien de los malos o juntarse con ellos, demuestra una carencia completa de honestidad y de principios.
Pero más lamentable aún es la gente que defiende este tipo de comportamientos y no los cuestiona, sino más bien que simpatiza con ellos. Quienes se juntan y defienden a quienes han causado la desgracia que vivimos los venezolanos, simplemente demuestran un enorme grado de sinvergüenzura y falta de integridad.
Ojalá todo lo que nos ha pasado nos permita madurar y darnos cuenta que la empatía debe ser con los valores y principios y no con una cara bonita o un elocuente discurso populista lleno de mentiras, dónde unos pocos son los beneficiados y la gran mayoría afectados.
José Antonio Colina.
Exiliado político venezolano.