Argentina, perdió, Chile, perdió, Bolivia, perdió; América transita por las sendas de la oscuridad y se dirige hacia su segunda década progresista. Pero basta ya de lamentos, “guerra avisada, no mata soldados”, este refrán es muy popular en mi tierra natal: Venezuela, y se ajusta a la perfección a estos tiempos.
Nosotros, los liberales, debemos estar conscientes de que incluso así ganara el “rechazo”, quien perdía era Chile, pues se carece de una agrupación política liberal con trascendencia, que esté dispuesta a incursionar en la arena política con un programa de reformas completo, como el que ofrecemos los liberales “5reformistas devolucionarios” adscritos al Foro Liberal de América Latina.
Entre dos males no elijas ninguno
En varias ocasiones a los 5Reformistas se nos critica negativamente por promover el voto antisistema, pero mucha gente ni siquiera conoce de qué se trata. En este escrito pretendo aclarar todos sus aspectos:
¿Qué es? El voto antisistema es un mecanismo que consiste en romper la bipolarización entre izquierdas y derechas malas causada por la democracia enfermiza que tenemos en el continente. ¿Cómo funciona? Se puede implementar de tres maneras:
- Abstención: No votar, esta es la opción más simple, se opta por no ir al centro de votación durante la realización de los comicios. El principal punto a considerar de esta vía es que en algunos países sancionan a las persona si se abstienen, como ocurre en Ecuador, por ejemplo, donde el voto es obligatorio al haber cumplido 18 años.
- Voto en blanco: Requiere un grado mayor de participación en comparación al método anterior, mientras que la abstención propone no ir a votar, el voto en blanco consiste en ir al centro de votación, pero emitir un voto sin elegir ninguna de las opciones. Sin embargo, muchos objetan que nuestros sistemas electorales están viciados, y por lo tanto, consideran que el voto en blanco podría ser utilizado en favor de tal o cual candidato.
- Voto nulo: Este es el método que más se ajusta a mis preferencias: consiste en participar en la elección para anular el voto, se pueden marcar todas las casillas de los elegibles o escribir mensajes de protesta que expongan el malestar que causa la carencia de buenos candidatos.
Indistintamente del método seleccionado, la intención sigue siendo la misma: expresar descontento y rechazo por las opciones presentadas. Votar no es malo, lo realmente malo es votar sin razonar; sin estudiar las propuestas y el discurso de los candidatos, o simplemente votar por votar, para sentirse parte de algo.
Las elecciones en Estados Unidos y el alarmismo generalizado.
En estos momentos, mientras escribo, se están contando los votos de las elecciones en Estado Unidos, hay muchos indicadores que afirman a Biden como el vencedor de los comicios, obviamente, hay tensiones en ambos bandos. Estas elecciones han estado marcadas por numerosos discursos alarmistas de parte de los simpatizantes y el populismo ha sido abundante en la retórica de los candidatos, nada de que sorprenderse para los entendidos en política, en un contexto donde cada día se polariza más la sociedad entre derechas malas e izquierdas.
Lo más repugnante, en mi opinión, son los discursos alarmistas por parte de los «liberales», que escasamente intentan argumentar a favor de votar por Trump, cuando en realidad están votando en contra de Biden; estas alocuciones catastrofistas pretenden generar matriz de opinión favorable que incentive a las masas a elegir al candidato republicano, mediante la premisa de que «si no gana será el fin de Occidente y del mundo libre», básicamente, estos seres pretenden reducir la lucha global en contra de la izquierda y a favor del orden, justicia y libertad (la derecha buena) a solo una elección entre el mal y el mal menor, en fin, la hipocresía.
Twitter / Instagram: @jorgemendezdz