Por: Omar E. Ramírez R., Coordinador local de Estudiantes por la libertad Venezuela.
Reinaldo José Ottolina Pinto, quien luego cambiaría su nombre a Renny Ottolina, fue un periodista, locutor, presentador y animador de televisión nacido en Valencia estado Carabobo, Venezuela, quien sería conocido como el número 1 de la televisión venezolana. Hoy día conocido en los círculos de jóvenes y adultos por sus fuertes críticas al sistema bipartidista imperante en la cuarta república; un sistema rentista y estatista, donde el clientelismo y el paternalismo estatal, así como el populismo, reinaban, sumándose al “enchufe” de ese entonces que nada tiene que envidiarle al de hoy; ponía las relaciones políticas y familiares por encima del mérito del individuo en su capacidad de éxito y prosperidad material y de oportunidades, pues, a estas tenían acceso los militantes del partido de turno, así como a las regalías y prebendas en las que consistían los programas de gobierno de casi todo candidato.
Siendo pionero en la televisión venezolana, participó como presentador del programa inaugural de la televisora nacional en 1952, haría la primera transmisión de TV a color con el Santo Ángel de fondo; en su show “Renny Presenta” viajó por distintos lugares del país contando su historia, los sucesos claves de nuestra independencia ocurridos allí y mostrando sus paisajes urbanos y naturales. Se le conoció además por sus llamativos y divertidos comerciales, en los que, entre tantos, para publicitar una bebida achocolatada la preparo estando de pie sobre su mesa, arrojando desde lo alto los cubos de hielo, el agua y el polvo deshidratado de la bebida a una licuadora, encendiéndola con los pies, y luego bajándose a tomar un vaso de la bebida preparada. Fue fundador de la Cadena Venezolana de Televisión y un reconocido locutor de radio, piloto de carreras y showman; se ganó el título de “El número 1 de la televisión venezolana”.
Sin duda alguna otro de los motivos por los que se le recuerda —y es el que para mí es más importante— fue por su constante crítica social y llamada a la conciencia de los ciudadanos venezolanos, convocando a regresar a las buenas costumbres, a los conductores de motocicletas a manejar con prudencia, siempre en sus programas los llamaba a evitar manejar a exceso de velocidad o bajo influencia de sustancias recordándoles las tasas de accidentes fatales de tránsito causados por conducir a altas velocidades o bajo la influencia del alcohol; un ejemplo es el video que se puede conseguir en internet bajo el nombre “La cuña prohibida de Renny” donde conversa con el director del servicio de Medicatura Forense sobre las muertes por accidentes de tránsito. Criticaba mucho el estatismo y la pereza, el que el gobierno alentara conductas como la pereza o la vagancia subsidiando bienes básicos y las regalías y prebendas.
Trató de impulsar una campaña para que el nombre de la moneda nacional fuese cambiado de “Bolívar” a peso, no sin que se quitase su esfinge de la moneda; pues no concebía que el nombre de Simón Bolívar fuese utilizado en sus palabras “para algo tan vil como el dinero”, en su último programa en televisión abordó el tema extensamente, donde además llegó a demostrar su gran fe en el destino de Venezuela, diciendo que: “estoy convencido de que el retorno del país hacía sí mismo no puede ser sino a través de su conciencia como país, resiento el que un líder extranjero me diga a mi como Venezolano cual es el camino, recuerdo perfectamente bien que nuestro país nació diciendo por aquí, no quiero que venga nadie a estas alturas a decirme por donde es, creo firme y ciegamente que Venezuela nació para ser líder y decir cuál es la senda, no para seguir otras, y reconozco también que por cuestiones circunstanciales Venezuela se ha olvidado un poco de sí misma, el problema no es material, es mental y espiritual”
Aquí, dijo muy acertadamente que mientras que el individuo no se preparase, no abandonase la mentalidad paternalista estatista, no entendiese lo correcto y siguiese siguiendo falsas ideas en el ámbito económico, político o social Venezuela seguiría en decadencia; lastimosamente no se le escuchó, y llegamos a lo que Venezuela es hoy día.
Defensor de la propiedad privada, la iniciativa empresarial, la publicidad y el consumo, respondió de forma excelente a un oyente suyo quien lo criticó por promover el consumo, respondió acertadamente como el comunismo había fracasado y explicó por qué todas las sociedades son sociedades del consumo, defendió la empresarialidad, como iniciativa privada con el fin de obtener dinero, y el trabajo asalariado; si bien es cierto que criticó y se declaró enemigo del empresario especulador, así como la publicidad y el consumo, pues, si alguien tiene la idea de hacer un par de zapatos, necesita quien los haga, pero también enseñarle a los mercados que dicho producto existe y que haya quien lo compre, así definió de manera muy sencilla el funcionamiento de la economía.
En 1977 fundó el Movimiento de Integridad Nacional con miras a ser elegido presidente en las elecciones de 1978, la intención de voto hacía Renny iba creciendo superando a las de los otros candidatos, pero murió el 16 de marzo del 78 en un accidente de aviación el cuál nunca fue esclarecido y ocurrió en circunstancias extrañas.
Él, a diferencia de los socialdemócratas y demás socialistas, cuyas campañas se basaban en las regalías y las prebendas de quien los apoyara, en prometer quitarle a quienes producen para dárselo a quienes no, proponía cambios y soluciones reales, respeto a la propiedad privada, libertad al emprendimiento, reforma educativa y eliminación de muchos subsidios; razón por la que como contó él en una entrevista un taxista dijo que “ese Renny sería un tirano haciéndolo trabajar a uno”, pues sus ideas, aún no calaban en gran parte de la población confundida y adoctrinada por décadas de paternalismo estatal y rentismo.
Sus palabras, llamados, campañas e ideales venían a romper con el paradigma socialdemócrata izquierdista imperante; con el paternalismo y el rentismo, a reformar el sistema educativo y realzar el mérito, lastimosamente, sus propuestas no pudieron ver la ejecución y fueron sepultadas por los izquierdistas a quienes no les convenía que las palabras de Renny se hicieran sentir, hoy, vemos las consecuencias de las que Renny tanto advertía, hoy, vemos como el no haber seguido su “guerra, contra el atraso, contra la pereza y contra la ignorancia” nos llevó a elegir fácilmente a un socialista quien venía haciendo alarde público del atraso, de la pereza al subsidiar el no trabajar pero ahora de forma más descarada y quien utilizó la ignorancia colectiva a su favor y aún hoy hay quienes le rinden culto. Hoy, el estado se hizo tan grande como Renny advirtió, con intromisión en casi todos los sentidos de la vida del ciudadano, con leyes regulando y asfixiando casi cada aspecto de la vida económica nacional y con una sociedad que hacer alarde de su atraso e ignorancia así como de su falta de buenas costumbres.
Es momento de que ya dejemos atrás todo eso contra lo que Renny en su momento quería luchar, es momento ya de que la gente deje de esperar la ayuda de papá-estado para todo, y de que comprendamos de una vez por todas que ni el empresario es un ladrón, ni los políticos unos santos a los cuales endiosar.