De Derecha Diario
El INDEC confirmó que la pobreza alcanzó al 29,6% de los hogares y hasta el 39,2% de las personas en el segundo semestre del año pasado. Escaló casi tres puntos porcentuales desde la última medición, reflejando el impacto de la recesión y el estallido inflacionario.
Los ingresos corren sistemáticamente por debajo de la escalada inflacionaria, mientras que la actividad económica atraviesa una incipiente fase recesiva desde septiembre del año pasado. El resultado fue el deterioro de los principales indicadores sociales del país.
El INDEC confirmó que la tasa de pobreza oficial alcanzó al 39,2% de las personas al término del segundo semestre del año pasado, y hasta el 29,9% de los hogares fueron pobres. Se acumuló una suba de 2,7 puntos porcentuales en comparación al dato del primer semestre de 2022, y un aumento de 4,2 puntos con respecto al segundo semestre de 2019 (el último dato del Gobierno de Macri).
Asimismo, la tasa de indigencia representó el 8,1% de las personas en la encuesta EPH del INDEC, y el 6,2% de los hogares de referencia. Este indicador mide la cantidad de personas y hogares que no alcanzan a obtener ingresos mensuales suficientes como para comprar al menos una canasta básica alimentaria.
El resultado se encuentra en línea con lo esperado por estimaciones privadas como el Nowcast de pobreza del economista Martín González Rozada, que proyectaba alcanzar un 39,6% para diciembre de 2022.
Con la misma medición, y en base a los datos de IPC y canasta básica total publicados mensualmente por el INDEC, se estima que la pobreza habría continuado su tendencia alcista y ya representaría hasta el 42,2% hacia el segundo semestre finalizado en febrero de este año. La marginalidad habría vuelto a los niveles extremos observados durante el peor momento del shock provocado por la pandemia, pero esta vez en respuesta de la elevada inflación y la recesión.
La población de la pobreza es sin lugar a dudas el indicador más representativo del fracaso económico del Gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. De hecho, la mayor parte del aumento de la marginalidad social ocurrió durante la gestión del ministro Massa entre agosto y diciembre.
La distribución etaria de la tasa de pobreza implica un dramático resultado en la vista al futuro y la formación de capital humano necesario para sostener el crecimiento a largo plazo. La pobreza infantil (de 0 a 14 años) escaló al 54,2% en el segundo semestre de 2022 y se disparó 9 puntos en comparación con el 47% observado en el primer trimestre de ese año.
Cerca del 45% de la población entre 15 y 29 años cayó por debajo de la línea de la pobreza, especialmente por la gran incidencia de la desocupación en este segmento etario y por el accionar corrosivo de la inflación.
Sobre la población entre 30 y 64 años la tasa pobreza alcanzó el 35%, mientras que para el grupo etario más de 65 y más la tasa se moderó al 14,5%. Aún así, la disminución del poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones (a pesar de la entrega temporal de bonos) provocó un aumento de la pobreza en jubilados en comparación al 12,1% registrado en el primer semestre de 2022.