Por Ricardo Guanipa d’Erizans.
Voy a comenzar la columna de hoy con una metáfora, que podemos titular “El Pescador”. Se trata de un hombre que luego de varias horas caminando a la orilla del mar regresa a casa con su captura del día, una parte para abastecer su hogar con alimentos, mientras el remante tiene como destino la venta para satisfacer otras necesidades familiares con un poco de efectivo.
Un hombre de mayor edad observa a los lejos que a se aproxima el pescador con dos tobos plásticos, uno tapado y el otro sin tapa, llamando poderosamente su curiosidad y, sin vacilar ni un segundo, no dudo en preguntar al pescador que ya transitaba frente de su casa:
¿Disculpe la curiosidad señor, pero me pudiera decir cómo estuvo la pesca que lleva en los tobos? A los que el pescador responde “Bueno tuve un buen día, logreé capturar más de dos docenas de cangrejos” a los que el sabio octogenario pregunta ¿Pero veo que lleva un tobo tapado y el otro destapado? Y el pescador nuevamente responde “Así es, lo que pasa es que en un tobo llevo a cangrejos norteamericanos y en el otro a cangrejos venezolanos” a lo que el hombre vuelve a replicar al pescador ¿Cuál es la diferencia? Sencillo, el tobo de cangrejos norteamericanos lo debo tener tapado ya que si un cangrejo trata de huir el resto de los Cangrejos lo ayudan y así se escapan todos”. El Don, aun insatisfecho con la respuesta, vuelve con otra interrogante ¿Si, pero cual es la diferencia con los cangrejos venezolanos? Bueno los cangrejos venezolanos no representan ningún riesgo de fuga ya que cuando un cangrejo intenta huir y llega hasta al borde del tobo los otros cangrejos se encargan de halarlo por las patas hasta llevarlo nuevamente hasta el fondo del tobo”. Sáque usted mismo la moraleja del relato.
Así somos los venezolanos, depredadores sociales, quizás influya nuestro himno nacional que consagra el triunfo al egoísmo, quizás esa frase retumba inconscientemente en nuestras mentes “El vil egoísmo que otra vez triunfó”, simplemente porque gracias a nuestro himno los venezolanos somos egoístas, si queremos alcanzar algo y no lo logramos simplemente la conclusión es “Si no es para mí, no es para nadie” o “Si yo no soy feliz, nadie será feliz”.
Por esa razón no hemos podido desprendernos de ese cáncer político llamado socialismo del siglo 21 o chavismo, ese mal que ha hecho retroceder a Venezuela a más de cincuenta años en lo social, económico, tecnológico, moral, político, judicial, científico, militar, para convertir al pueblo en paria de los chavistas, socialistas, antiimperialistas, que son minorías, pero tienen el poder y las armas para marginar a la sociedad opositora que supera el 80% del país.
Sin embargo, varios de esos cangrejos venezolanos tienen nombre y apellidos, Henry Ramos Allup, Manuel Rosales, Julio Borges, Leopoldo Lopez, Eduardo Fernández, Felipe Mujica, Henrique Capriles, Félix Falcon, Adam Celis, Luis Vicente León y Gerardo Blyde entre otros, pues, esos caníbales políticos se han devorado a muchos políticos ilustres; por ejemplo, Ramos Allud tiene entre sus entrañas los restos políticos de Carlos Andres Perez, Irene Sáez, Rafael Marín y Enrique Franceschi, por nombrar algunas de las víctimas de ese travesti político de Henry que es un servil al chavismo y a la internacional socialista liderada por el Foro de Sao Paulo.
Ahora nuevamente con hambre política, Ramos Allup ya controla Fedecámaras, la cual está utilizando como mediador entre Maduro y su camarada Joe Biden para levantar las sanciones de EE. UU. en contra del narcotraficante fugitivo Nicolás, para mantener su temido Cartel de Los Soles.
Pero los cangrejos de Henry Ramos y Rafael Rosales ahora tienen dos títeres como nuevos rectores del CNE elegidos por la cúpula chavista mas cruel e inescrupulosa dirigida por el pervertido psiquiatra Jorge Rodriguez y el ladrón de Elvis Amoroso que paso de ser mendigo a millonario para garantizar que Maria Corina Machado no pueda ser candidata presidencial en sustitución de cualquier hiena de la jauría opositora comprometida a legitimar a Maduro en la presidencia por otros 6 infernales años en Miraflores, ya que la Casona es el burdel del chavismo desde hace 24 años.
Los cangrejos cuentan con el apoyo de Maduro, Cabello, Jorge Rodriguez, Vladimir Padrino y su Cartel de los Soles y TSJ para tragarse a Maria Corina Machado quien goza del respaldo de más de tres cuartas partes de los venezolanos pero desgraciadamente sus aspiraciones serán truncadas por los cangrejos criollos.
Tristemente la metáfora de Antonio Ledezma y su delirante deseo de una conjura militar para que se haga cumplir la constitución y las leyes del país es un rol que les queda muy grande a los “Militares en Pantaletas” comandados por el Narcotraficante en Jefe de Nicolás, quien pronto tendrá como aliado al camarada Biden, quien en demostración de afecto a Maduro envió a casa hace unos meses a los dos narco sobrinos de Maduro condenados a 18 años de cárcel por conspiración para introducir 800 kilos de cocaína en Estados Unidos, una gracia de las criaturas, mientras persigue y humilla a un expresidente norteamericano para llevarlo a la cárcel.
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