De Derecha Diario
El riesgo por un nuevo incumplimiento es casi una certeza en el escenario de una victoria kirchnerista. La firma Moody’s explicó que la continuidad del kirchnerismo implica incurrir en incesantes desequilibrios macroeconómicos, y el más importante de ellos es la inflación descontrolada.
La agencia calificadora de riesgo Moody’s advirtió por las consecuencias de los posibles desenlaces electorales para la Argentina después del ballotage. El escenario más peligroso para la sociedad y para el país es la eventual victoria kirchnerista, lo cual trae aparejado una serie de riesgos para la estabilidad macroeconómica y la suba de los precios.
Moody’s advirtió que Argentina podría incurrir en un dramático default de la deuda entre 2024 y 2025 si Massa resulta victorioso. Explicó que existen dos escenarios posibles. El primero sugiere una victoria de Massa y la profundización de todos los desequilibrios macroeconómicos, como el déficit fiscal y la inflación. El segundo es el escenario de victoria de Javier Milei, que implica una fuerte corrección de todos los desequilibrios y la baja de la inflación.
“Aun si la próxima administración llega a tomar acciones encaminadas a corregir las distorsiones existentes, nuestro escenario base prevé un riesgo elevado de incumplimiento de pagos por parte del soberano en 2024-2025”, señala el informe de Moody’s.
Las medidas fiscales de Massa desbarataron completamente todos los lineamientos del acuerdo con el FMI. Esto implica que el país no cumplirá debidamente con ninguna de las metas acordadas para fin de año, entre ellas la acumulación de reservas, el déficit fiscal y la asistencia monetaria directa del Banco Central.
El FMI decidió abandonar las negociaciones con el Gobierno kirchnerista y apostar por la llegada de una nueva administración para reanudarlas. Si no hubiera un cambio de signo político y persistieran los desequilibrios, el riesgo de default es casi inminente.
Un default provocaría un salto estrepitoso en el Riesgo País, terminaría por completo el crédito externo para empresas locales, dispararía las expectativas de devaluación y, en última instancia, condenaría al país a sufrir una situación de recesión con inflación descontrolada similar a la de 1989.
“La segunda vuelta contará con dos agendas económicas muy opuestas, en las que los votantes elegirán entre mantener una postura política poco ortodoxa que ha generado importantes desequilibrios macroeconómicos o un cambio hacia políticas económicas más liberales”, explica el informe.
El temor por la continuidad del despilfarro fiscal kirchnerista se manifestó contundentemente en la caída de los precios de los títulos soberanos, que llegaron a retroceder entre 12% y 14% tan pronto como se conocieron los resultados de las elecciones generales.
Los activos locales también sufrieron un revés importante, y el índice S&P Merval se desplomó más de un 10% en términos nominales y en menos de 24 horas. Las empresas de servicios públicos se encuentran entre las más afectadas.