Caracas. – Gracias al trabajo de inteligencia realizado por un ex paramilitar y narcotraficante, cayeron en manos de la justicia estadounidense dos agentes de la DEA, quienes habían filtrado información confidencial al principal testaferro de la Narcotiranía venezolana, Alex Saab, sobre las averiguaciones que se realizaban en su contra.
Fue así como, tras un juicio de dos semanas, un jurado federal de Manhattan halló a John Constanzo Jr. y a Manny Recio culpables de soborno y fraude electrónico.
Ambos ex agentes de la DEA sirvieron de informantes para Saab, suministrándole información clave sobre su caso, mientras aún huía de la justicia.
Esta información proporcionaban al testaferro del régimen de Nicolás Maduro le servía para saber cuan avanzadas estaban las investigaciones, los cargos que se le imputarían, así como las posibilidades que tenía de negociar con los estadounidenses una vez que fuera apresado.
El ex paramilitar Jorge Luis Hernández Villazón, alias Boliche, fue quien accedió a colaborar con la DEA para que la organización antinarcóticos pudiera desenmascarar a los infiltrados en su red, que suministraban información importante a Saab, algo que ya sospechaban antes que pudieran atraparlo.
Hernández Villazón pudo entrar en la red de informantes, ofreciéndose como un agente interesado en ayudar a Saab. La versión aportada por las autoridades estadounidenses revela que fue Recio, un ex alto funcionario de la DEA, quien contrató a Constanzo, quien sabía muy bien como funcionaba la agencia antidrogas, y los pasos que se daban para dar con Saab.
Cabe señalar que Constanzo recibió, al menos, 74.000 dólares de Saab por sobornos, para que le suministrara datos confidenciales sobre el caso del testaferro.
La fiscalía de Manhattan que llevó el caso aseguró que lo hicieron por «codicia y corrupción», y además, sabían muy bien que actuaban de manera incorrecta, lo cual no les importó.