Por Ricardo Guanipa d’Erizans.
Aunque duele decirlo, pero, la verdad verdadera es que Venezuela es un infierno; los cleptómanos socialistas chavistas solo saben vivir con el crimen, así fueron criados por sus padres convirtiéndolos en potenciales criminales, el perfecto ejemplo la llegada de delincuentes venezolanos a EE. UU., ellos creyeron que aquí podían robar en las tiendas como lo hacían en Caracas, se pelaron, aquí los meten preso, otros pensaron que por ser menores de edad podían asaltar y disparar a sus víctimas en pleno atraco sin que nada les pasara, se volvieron a pelar, aquí van preso ellos y sus padres y luego deportados por destacados sociales y escorias de la sociedad, habían otros que creían que podían carajear a policías como lo hacían en Aragua con los pobres Policías Bolivarianos, aquí van preso y, lo peor, que pensaron que en Norteamérica podían secuestrar, torturar, violar y asesinar mujeres para luego lanzar con impunidad el cadáver al monte como lo hacían en Venezuela con un CICPC que no investiga, se pelaron otra vez, aquí van preso de por vida y, con suerte, pueden ser condenados a muerte, literalmente.
Pero que podemos esperar de Maduro y su banda de hampones que gobierna Venezuela, quienes pretenden tapar un escandalo con otro escandala, mientras distraen a los jóvenes con Maluma o Fonsi en una noche de parranda y alcohol en el estadio Monumental Simón Bolívar, monumental disfraz, ya que al colombiano Maluma o el puertorriqueño Fonsi ustedes creen que no les importa si el venezolano come de la basura, si vive en dictadura, si hay presos, si se violan los derechos humano… ¡Hombre no! Ellos van a Caracas son recibidos como reyes; si quieren perico, les llevan perico; si quieren alcohol les llevan alcohol; si quieren prostitutas, les llevan a esclavas sexuales; y pare usted de contar.
Ojo, con esto no estoy acusando que Maluma y Fonsi estén involucrados en esto, ellos fueron a Venezuela, se presentaron en Caracas, cobraron sus reales y abandonaron el país sin participar en fiestas con esclavas sexuales, drogas y alcohol. Y lo dejo bien claro, porque los artistas venezolanos chavistas si hacen esto en el país, entre otros, el drogadicto hijo del contralor y presidente del CNE, el adeco Elvis Amoroso, y ahora no me vengan con esa pendejada que los venezolanos tienen derecho a divertirse, yo también tuve derecho pero tuve mas derecho en enfrentar al régimen, en sacrificar mi carrera, estabilidad familiar, empleo y hasta la salud, y ahora llevo 20 años sin volver al país a cuesta de pesados sacrificios, pero, créanme, no extrañé ir a ver a Jordano en la Plaza Altamira, me siento mejor con mi conciencia en el extranjero ya que no soy parte del problema sino de la solución.
Pero regresando al tema principal, Maduro y Jorge Rodríguez tapan un escándalo con otro escándalo, todo comienza con el triunfo de los Tiburones de la Guaira, propiedad de Ruperti y Diosdado, toda Venezuela, chavista y no chavista, celebraba el magnifico triunfo de los escualos, entonces el psiquiatra ordena secuestrar a Rocío San Miguel sin imaginarse la respuesta masiva de la comunidad internacional, acto seguido, expulsan a la misión de la Naciones Unidas para distraer a los críticos del régimen por eso era necesario otro escandalo y otra vez aparece el psiquiatra aparece anunciando que los países mediadores de los acuerdos entre el régimen y la oposición quedan fuera de las conversaciones y solo se reunirían con los opositores dentro del país.
Todos esos escándalos solo sirvieron para apagar el fuego con gasolina, pero para poner la cereza al pastel, van y secuestran a un primer teniente en situación de retiro Chile, violando la soberanía de ese país, un gobierno decente hubiera considerado ese crimen como una declaración de guerra. La operación fue liderada por un agente del régimen chavista con vínculos con el terrorismo, el mismo que dirigió los asesinatos en la masacre del Junquito donde fue asesinado el agente del CICPC Oscar Pérez junto a otros patriotas que enfrentaban el régimen del narcotraficante fugitivo de la DEA Nicolas Maduro.