Por Leroy Garrett[*].
¿Qué ocurre en el debate público en Venezuela? Todas las teorías habidas y por haber pueden ser lógicas y aceptadas como ciertas, pero en redondeo de conjuntos y agrupando los elementos en matemáticas no algebraicas, el resultado es el mismo: LA DICTADURA TIENE EL SARTÉN POR EL MANGO.
Todo lo que ocurre en la oposición, con la excepción de las actividades que le son posibles hacer a María Corina Machado en su limitada independencia, TODO LO QUE OCURRE ES UN MONTAJE EN ESCENA DEL RÉGIMEN.
Ejemplo de ello es que los inhabilitados ya están habilitados; gallinazos de vuelo precario, pendientes de los reales que saldrán en campaña. Los otros zamuros que tiñen de su color oscuro la esperanza de los venezolanos, están disputándose el bocado, el cadáver de la Machado que no solo aún vive, sino goza de buena salud. A ella debe reconocerse su estoicismo al día de hoy, y hago énfasis en el día de hoy, porque las reputaciones en Venezuela duran muy poco.
Pero si, la señora Machado sigue en campaña y no ha cedido su indiscutible superioridad en las preferencias populares a ninguno en aspiración de hacer metamorfosis del capital político bien ganado por la inhabilitada candidata.
En escritos pasados, dije que, a diferencia de los colaboracionistas de ayer, María Corina viene martillando los abusos oficiales hechos a diario, hacia su persona, sus colaboradores y su campaña a través de proclamas declaradas a los medios.
Lamentablemente, su clamor, una vez hecho, se pierde irremediablemente en el vacío. Los medios subregionales y los internacionales por igual no dedican una reseña a la candidata, ninguna personalidad suramericana se hace eco del acorralamiento político que sufre la Machado.
El mundo está pendiente de Gaza, del arribo de nuevo a considerar la solución de la creación de un Estado Palestino de reconocimiento judío que provoque una convivencia pacífica de una vez por todas.
Otra noticia que acapara metraje y espacio es la campaña presidencial del expresidente Trump, ahora abierto sin filtro a su propuesta fascista y totalitarista, a lo que se suma otro foco de la opinión pública mundial: la guerra Ruso-Ucraniana.
En este escenario, Venezuela en absoluto es reseñada.
María Corina tiene un comité internacional, lo “lidera” un personaje de cuyo nombre no quiero acordarme, el fracaso de los gestores internacionales, al no llevar a los medios globales el drama asfixiante que enfrenta la candidata, con el objetivo de influenciar para que se sepa lo que ocurre, falla en sus metas, falla vergonzosamente.
María Corina, sigue hundiéndose en la arena movediza donde la ha puesto el chavismo, el espectáculo de verla quejarse y no ser escuchada es otro capítulo horroroso de la tragedia de larga duración venezolana.
Ella sin duda paga la atrocidad cometida por el carnaval orgiástico protagonizado por Guaidó y López, pues estos, junto a sus secuaces, demostraron que “todos somos cortados por la misma tijera” —¿A quién le importa reseñar un país de cómplices y testigos?—.
En este marco, es bueno recordar que, en una de sus últimas cartas escritas desde Santa Marta, días antes de fallecer, Bolívar —aunque hoy se discute su real autoría— se despide de su lejana prima y amante francesa Fanny Duvillar, haciendo analogía de su vida en tono pre-póstumo, le dijo “me tocó la misión del relámpago: rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderse en el vacío”. ¿Le esperaría a la campaña presidencial de la señora Machado un final similar?
La solución a la situación política de Venezuela no está en elecciones, es imposible donde todo obedece al capricho de la dictadura, el camino de la fuerza es la opción cuando todos los puentes cívicos y participativos han sido dinamitados por la tiranía.
[*] Cuenta de red social “X” del autor: @lerogarrett