La izquierda moderna, a propósito de no poder aferrarse a la lucha de clases sociales exclusivamente debido al rotundo éxito del capitalismo, ha tomado otras banderas para poder mantenerse ante la opinión pública como los defensores de los oprimidos.
Por ejemplo, utilizan el tema racial, de género, las causas indígenas, y de orientación sexual (entre otros) para dividir a la sociedad e impulsar sus narrativas falsas, basadas en la premisa que a los miembros de estas minorías antes mencionadas les cuesta ser exitosos debido a los miembros de las mayorías que, supuestamente, les orpimen.
El pasado fin de semana, hubo protestas masivas en toda Colombia contra el presidente guerrillero, Gustavo Petro. Unos pedían su renuncia, otros que pague ante la justicia; mientras que los más vocales, a juicio de Petro, pedían que lo asesinaran.
«Matar al presidente gritan estas personas ricas,» dijo el mandatario en su cuenta de X al mostrar un vídeo en donde unos manifestantes cargan un ataúd en representación a su presidencia.
No obstante, lo mas llamativo es cuando hace referencia a uno de los incolucrados, pues dijo lo siguiente: «Allí va un hombre negro y de bajos recursos ayudando a cargar el feretro. ¿Sabrá esta persona lo que le pasaría a Colombia y a su gente si el deseo de estas personas se cumpliera?»
En primer lugar, «el deseo» al cual Petro hace referencia ya se ha cumplido, pues Duque y Uribe han gobernado el país y no se impulsaron políticas de estado que apuntaran contra los colombianos de piel oscura.
En segundo lugar, y esto es lo más grave, el presidente de Colombia pasó por alto su comentario racista, pues asume que un negro, automáticamente, forma parte de la clase social más baja del país, sin haber hecho ningún tipo de investigación respecto a su situación económica.
Por estos motivos, Petro ha sido premiado con el reconocimiento de Borrego de la Semana que otorga esta plataforma.