Caracas. – El video que se hizo viral en las redes sociales desde este pasado viernes, muestra la aterradora denuncia de Mireya González, madre de un activista de Vente Venezuela secuestrado por el narcorégimen, quien denuncia que su hijo está a punto de morir debido a las torturas y los tratos inhumanos que recibe por parte de los esbirros que lo custodian.
Es el caso de Sandro Rodríguez González (25), activista de Vente Venezuela y de la comunidad LGTB+, raptado por el narcorégimen en el estado Lara desde el pasado 6 de agosto.
La dama relató que, tras poder verlo por primera vez desde su secuestro, quedó destrozada por el terrible estado en el cual se encuentra el joven, y por las condiciones infrahumanas que enfrenta durante su encierro.
“Teníamos casi dos meses sin ver a mi hijo, mi hijo está desnutrido, mi hijo está enfermo, le están dando comida con gusanos, no les están dando agua, no los están golpeando pero le están metiendo un psicoterror muy fuerte, mi hijo necesita tratamiento, por favor auxilio yo necesito que saquen a mi hijo, mi hijo se me va a morir y yo me voy a morir con él”, contó en el video.
También detalló que a su hijo se lo llevaron detenido por la fuerza de la casa de su papá a la sede de la PNB, División Contra la Delincuencia Organizada, y, 22 días después, fue trasladado al Internado Judicial de Trujillo (Santa Rosa), donde la “estafaron” pidiéndole 700 dólares a cambio de la liberación de su hijo, algo que nunca se concretó.
Igualmente, relató que Sandro fue enviado a un calabozo en Santa Rosa, “ahí le metieron corriente, me lo golpearon, le pegaron. De ahí me lo trasladaron para Pata ‘e Palo”.
La mujer relató que a los detenidos sólo les dan agua dos veces al día y que el agua es contaminada. En medio de su desespero y dolor, le pidió a su hijo que le saque los gusanos a la comida, y que «intente probar algo» para que no se muera de hambre.
“Si mi hijo fuera un terrorista yo no viviera en un rancho como en el que vivo, ni tuviera la necesidad que estoy pasando”, denunció González.