Este martes, 08 de octubre, el presidente guerrillero de Colombia, Gustavo Petro, aseguró en su cuenta de X (Twitter) que «ha comenzado el golpe de Estado» tras la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de «abrir una investigación y formular cargos a la campaña» del mandatario en 2022 por presuntas irregularidades en su financiación.
Sin embargo, es necesario señalar que, según el Consejo Nacional Electoral, la campaña presidencial de Petro no informó en sus cuentas a ese organismo de aportes para la primera vuelta electoral, disputada el 29 de mayo de 2022 de algunas organizaciones, ni de gastos por concepto de pago a testigos electorales y de propaganda, entre otros.
Sin embargo, a pesar de la postura de las instituciones de Colombia, Juan Carlos Monedero, socialista español, adjudica la investigación a Petro como un ataque de la «derecha», que se ha quedado por primera vez en «200 años fuera de las urnas», señalando que, al no poder ganar en las urnas, intenta dañar el gobierno —»democrático»— de Petro.
Sin embargo, hay que señalar el descaro y la contradicción de Monedero, puesto que desde las pasadas elecciones del 28 de julio en Venezuela, ha mostrado su favor al genocida dictador Nicolás Maduro, señalando que se debe respetar la soberania y las instituciones del país —aunque, curiosamente, en el caso de Venezuela, sin tener en cuenta todas las irregularidades que apuntan a un gran fraude por parte de la dictadura—.
En este sentido, como bien le responde el famoso economista liberal español Juan Ramón Rallo, «oponerse al Consejo Nacional Electoral» en Venezuela «es dar un golpe de Estado», pero en Colombia pasa todo lo contrario, ya que «apoyar al Consejo Nacional Electoral es dar un golpe de Estado».
Esto muestra como el discurso de los izquierdistas cambia cuando es su sector político el que comete los crímenes, llegando a cambiar las reglas del juego para favorecerles y solo tachar de todo lo malo a quienes se les opongan. En suma, muestra que todo defensor del socialismo, el izquierdista en general, es un ser antidemocrático, aunque quieran adjudicar su condición existencial en otros.
Por el doble discurso, por su carencia de moralidad, capaz de vender sus principios para defender a criminales, y por su falta de honestidad intelectual, haciendo de la vista gorda hacia las pruebas que describen los hechos tal y como son, Juan Carlos Monedero es seleccionado como el Borrego de la Semana número 163.