Caracas. – Dos jóvenes merideñas, Génesis Gabriela Pabón Paredes, de 27 años, y Rocío Del Mar Rodríguez Guillen, de 24, fueron condenadas a 10 años de prisión, tras haber estampado -bajo engaño- unas franelas con la imagen de la caída de una estatua de Hugo Chávez.
Ambas emprendedoras, fueron embaucadas por unos funcionarios de la PNB que hoy están detenidos por el falso positivo que lograron, según lo reveló la periodista Sebastiana Barráez en un artículo periodístico.
Sin embargo, el tribunal a cargo del caso las acusó de “terrorismo, traición a la patria e incitación al odio”, para sentenciarlas a 10 años de injusta cárcel.
No obstante, la periodista Barráez explicó en su información, que ya «doce de esos funcionarios están presos actualmente por la fuga de un ex alcalde».
Aunque se demostró que lograron engañar a Pabón y a Rodríguez para que estamparan las franelas, la justicia del narcorégimen prosiguió con la imputación hasta condenarlas definitivamente.En respuesta, la ONG «Un mundo sin mordaza» denunció que “esto no es justicia. Es represión disfrazada de legalidad” y calificó al proceso judicial como “una advertencia a quienes se atreven a crear, opinar y disentir”.
Además, reveló que los funcionarios implicados en la causa están bajo investigación “por corrupción y asociación para delinquir”, lo que, a su juicio, cuestiona aún más la legitimidad del caso.
Barráez también contó, que la captura de las andinas se suscitó el pasado 16 de agosto del 2024 cuando “funcionarios policiales vestido de civil” que las contactaron “para estampar camisetas” les pidieron unas camisetas “con imágenes de la caída de una estatua de Hugo Chávez y del rostro de Nicolás Maduro”.
Las muchachas tenían “apenas un mes con su tienda” y el pedido lo realizó un hombre “que insistió repetidamente por WhatsApp, pagó 45 dólares y desapareció tras la entrega”.
Pabón es Técnico Superior Universitario (TSU) en Radiología, y Rodríguez es Técnico Superior Universitario (TSU) en Administración de Empresas.
El caso ha generado consternación no solo en Mérida, sino en todo el país debido a lo absurdo del proceso judicial al cual fueron sometidas.