Esta semana, Vladimir Padrino Lopez, jerarca del narcorégimen que somete a Venezuela, dijo que el régimen no caería «en provocaciones», en referencia a los ataques estadounidenses a los botes provenientes de Venezuela en el Caribe.
«Nosotros estamos serenos, serenos en vigilia permanente, sin caer en provocaciones. No vamos a caer en la trampa de las provocaciones.», expresó.
No obstante, estas palabras sólo muestran su «cobardía» y doble moral, pues Maduro y su equipo se muestran «valientes» y «bravucones» en sus discursos, amenazando con un «pueblo bravo» y con las milicias en caso de intervención. Sin embargo, cuando se ven confrontados con una fuerza militar como la de EE. UU., cambian su discurso a uno de prudencia y serenidad.
En este sentido, se compara la actitud de Padrino Lopez a la de un «bulli» que solo se atreve a atacar a los más débiles, como los estudiantes que protestan con «escudos de cartón», pero retrocede cuando se enfrenta a una fuerza superior.
Asimismo, su discurso es totalmente contradictorio, pues en el pasado se llenaron la boca diciendo que defenderían la soberanía a cualquier costo y, además, que el deber de las fuerzas armadas es defender a la misma. Pero ahora la declaración de Padrino es la de evitar provocaciones, incluso si se invade el espacio aéreo o marítimo, contrastando con su actitud de no enfrentarse a grupos como el ELN o las FARC, que operan en territorio venezolano.
En este escenario, se recuerda que los militares venezolanos están en una situación de «roncando la cueva», en la que su bravuconería se limita a declaraciones y retórica, simplemente para alinearse con la narrativa vacía del régimen que somete a Venezuela, pues, en la práctica, demuestran que «no son tan valientes» para enfrentarse a EE. UU.
Por todo esto y más, Vladimir Padrino López es señalado como el Borrego de la Semana.