Las Fuerzas Armadas de EE. UU. han realizado este miércoles un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental desarmado, el primero desde que el presidente del país, Donald Trump, haya anunciado su intención de retomar los ensayos con armas nucleares.
El misil, un ‘Minuteman III’, fue disparado en la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California, en torno a las 01:35 del miércoles (hora local), según ha anunciado el Departamento de Defensa, horas más tarde, en su cuenta de la red social X.
La cartera de Pete Hegseth ha precisado en el mismo mensaje que se trata de una «prueba operativa» de un misil capaz de transportar hasta tres ojivas y ha reiterado su defensa de una «paz a través de la fuerza» bajo la Casa Blanca y el Pentágono.
Este mismo miércoles y en respuesta a las anunciadas intenciones del inquilino de la Casa Blanca, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado a los principales cargos del Gobierno que presenten propuestas sobre posibles pruebas con armas nucleares.
Además, ha recalcado que «no hay planes para desviarse de estas obligaciones», si bien ha recordado que ya dijo en 2023 que «si EE. UU. u otros Estados parte de este tratado llevan a cabo estas pruebas, Rusia tendrá que llevar a cabo medidas apropiadas en respuesta».
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha afirmado que Moscú está esperando «aclaraciones» por parte de la Administración Trump respecto a las pruebas nucleares anunciadas recientemente y que, según el secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, no incluirán «explosiones».
Para justificar esta medida, Trump ha citado en varias ocasiones las últimas pruebas armamentísticas de Rusia, que incluyeron el lanzamiento del misil ‘Burevestnik y el supertorpedo de propulsión nuclear ‘Poseidón’, si bien el Kremlin recordó que las mismas no equivalen a ensayos nucleares al no portar cabezas nucleares ni contar con explosiones de este tipo.
Cabe recordar que un informe presentado en agosto por el Servicio de Investigación del Congreso de EE. UU. recogió que el país podría llevar a cabo pruebas con armas nucleares en un periodo de entre 24 y 36 meses una vez que el presidente diera la orden, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.