Maduro comete genocidio sistemático ante los ojos del mundo, emplea diferentes métodos para exterminar a la población venezolana.
El destierro es uno de los métodos del tirano, los venezolanos que no mueren en el trayecto de su huida, luego se encuentran desamparados por los colapsados sistemas de salud del país al que llegan huyendo de asesinos y ladrones.
Los tiranos pagan la lealtad y la ignorancia del pueblo con muerte, Hitler usó campos de concentración y hornos para eliminar millones de judíos, Lenin y Stalin usaron los paredones y las estepas para asesinar rusos permitiendo que murieran de frío, Maduro deja a su suerte al pueblo venezolano frente a una pandemia que encuentra a una población débil e indefensa en una
Venezuela que está convertida ya en un campo de concentración.
En Venezuela no hay vacunas, ni alimentos, ni medicinas, los hospitales están deteriorados y con hacinamiento, el personal de médicos y enfermeras, que no abandonan a sus pacientes por compromiso a su juramento Hipocrático, mueren en la lucha que libran en la primera línea de batalla contra un enemigo silencioso y letal.
Los estados venezolanos están convertidos en centros de contagio y no hay respuestas para el pueblo venezolano, solo la camarilla de hampones que tiene secuestrado el poder tiene acceso a la vacuna el resto de la población es chantajeada con “el Carnet de la Patria”.
Nicolas Maduro y su organización criminal no oculta el único interés que los mueve,que es mantenerse en el poder a cualquier precio, en base a esa premisa cabe preguntarse, qué le están aplicando a los venezolanos en los Centros de Diagnóstico Integral (CDI), hospitales y clínicas en un país que no tiene vacunas ni dinero para comprarlas?
Maduro manipula las cifras reales de las muertes que cobra el COVID-19 con la intención de venderle a la Comunidad Internacional una imagen de protector cuando realmente es un genocida.
El Estado Mérida es una referencia verdadera de lo que sucede en cada Estado del país, 8.174 contagios y 131 muertes en lo que va del mes de junio del año en curso.
La prueba más fehaciente del valor de la vida en Venezuela donde se comete un genocidio, es que la espuria Asamblea Nacional Constituyente decreta el
13 de junio como Día Nacional del rock, en un país que desvalido y en ruinas enfrenta una pandemia.
. Cnel (GN) Antonio Semprun