Caracas. – Como una señal de que ha perdido sus cabales y está dispuesto a desatar una masacre en Venezuela, ha sido calificada la entrega de fusiles de asalto, por parte del narcotirano Nicolás Maduro, a varios grupos civiles que serían adeptos al chavismo.
Así lo han considerado varios medios digitales y algunas figuras partícipes de la defensa de los Derechos Humanos, como la abogada Tamara Suju, por ejemplo.
En un acto televisado desde el Palacio de Miraflores este pasado martes, Maduro entregó fusiles de fabricación rusa a milicianos sin ningún tipo de entrenamiento y a empleados de distintos entes pertenecientes al Estado.
Las armas fueron entregadas por el tirano a cambio de que los «borregos» juraran «lealtad» a Maduro, quien tiene intenciones de autoproclamarse ilegalmente como presidente este viernes 10 de enero.
Los fusiles, marca Kalashnikov, fueron repartidos en medio de tensiones por el llamado de María Corina Machado de protestas de calle para «cobrar» la victoria de Edmundo González Urrutia en las elecciones del 28 de febrero.
Analistas y medios han catalogado la acción como descabellada, y también como un claro intento de desatar una posible guerra civil en el país, dado que la gran mayoría de la población rechaza al narcorégimen representado por Maduro, tal como se evidenció en las elecciones presidenciales de julio de 2024.
Ante este panorama, la presidente del Casla Institute, Suju, publicó la siguiente alerta en sus redes sociales:
Suju explicó en su información un extracto de una nota realizada por el portal NTN24: «Miembros de la ‘Milicia Bolivariana’, un componente adscrito a la Fuerza Armada pero sin formación militar, recibieron este martes 7 de enero fusiles de asalto rusos para jurar ‘lealtad’ a Nicolás Maduro que promete autoproclamarse presidente el 10 de enero.»
Además, agrega, «los llamados ‘colectivos’ chavistas patrullan las principales ciudades del país, mientras Diosdado Cabello, ministro de Interior, promete mano dura a todo el que se rebele contra el régimen».
A este panorama se suman los patrullajes y operativos inusuales a cargo de esbirros, con los rostros cubiertos y fuertemente armados, en distintas zonas de Caracas, así como las movilizaciones de colectivos armados en el interior del país.
Las conclusiones apuntan a un escenario imprevisto para los próximos días, dado el clima tenso y enrarecido en el que ha sumido al país la cúpula chavista, en sus pretensiones de aferrarse al poder y asesinar a todo el que decida alzarse en su contra.