Al menos 343 personas han acabado detenidas durante las protestas de este viernes para exigir la dimisión del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan y protestar contra el arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, uno de los grandes rivales políticos del mandatario, detenido por —supuestos— cargos de corrupción y complicidad con el terrorismo.
El sábado por la mañana ha habido nuevas operaciones policiales que se han saldado con decenas de detenidos más. El ministro del Interior turco, Alí Yerkilaya, ha confirmado este balance en su cuenta de la red social X. Las detenciones han ocurrido principalmente en las provincias de Estambul, Ankara y Esmirna, estas dos últimas bajo orden de prohibición de concentraciones.
«No exhibiremos tolerancia alguna por aquellos que buscan perturbar el orden social, amenazar la paz y la seguridad de nuestra nación y buscan el caos y la provocación», ha avisado el ministro Yerlikaya.
En la mañana del viernes, el presidente turco calificó las protestas de «terror callejero» y acusó al principal partido de oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) de Imamoglu, de aprovechar la investigación como un pretexto para sumir al país en el caos.
«No toleraremos ninguna alteración del orden público. Así como antes no cedimos ante el terror callejero, ahora no nos inclinaremos ante el vandalismo», afirmó Erdogan.
Uno de los principales cargos que se le imputan al alcalde es la creación de una red criminal para manipular procesos de licitación ilegales, algo que ha rechazado Imamoglu porque el cargo no le capacita ni le deja tiempo para abordar este ámbito, e insistió en que es víctima de un «acoso judicial» y de una «intervención política» dado su éxito al frente de la Alcaldía, recoge el diario Hurriyet.
Imamoglu seguirá prestando declaración esta tarde ante el Tribunal de Estambul para seguir respondiendo por los siete cargos que se le imputan por corrupción y posible filiación con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización declarada por Turquia como un grupo terrorista.
Si bien, el alcalde todavía no se ha pronunciado sobre esta acusación, que le señala como uno de los arquitectos de una «colaboración electoral» ilegal entre su Partido Republicano (CHP) y el prokurdo Partido para la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (DEM), enormemente próximo al PKK, en las elecciones locales de marzo del año pasado.