Altos representantes de la administración Biden se contradicen respecto a sus posturas hacia Venezuela

Hace aproximadamente un mes, el pasado 5 de marzo, la actual administración de los Estados Unidos envió una delegación hacia Venezuela para dialogar la tiranía de Nicolás Maduro.

Entre otras cosas, se presume que los intereses de la nación norteamericana radicaban en conseguir una nación distinta a Rusia que pudiera suministrarle los barrilles de petróleo dejaría de adquirir por parte del país euroasiático debido a las fuertes sanciones que se han impuesto en su contra.

Rumores sobre un nuevo acercamiento han surgido, supuestamente para llevar a cabo una nueva ronda de diálogos en Trinidad y Tobago. Sin embargo, la información extraoficial divulgada por The Economist, fue desmentida rápidamente por el subsecretario de Estado del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, quien en una entrevista para NTN24 aseguró, enfáticamente, que ese encuentro no tendrá lugar, “No. No va a haber tal reunión.”

No obstante, aseveró que los Estados Unidos sí está buscando sentarse nuevamente en una mesa de negociación con la narcotiranía en México, “promover un retorno a la mesa de diálogo en México. Es importantísimo para nosotros. Y también la liberación de los estadounidenses detenidos en Caracas”.

Por su parte, el secretario de estado, Antony Blinken, publicó en sus redes sociales que ha mantenido conversaciones con el líder de Voluntad Popular, Juan Guaidó, para “reiterar el apoyo de los Estados Unidos hacia los venezolanos a medida que buscan la restauración de la democracia y prosperidad en su país,” aunque también destacó que apoyan la vía de los diálogos para alcanzar este fin, “Permanecemos comprometidos con unas negociaciones exitosas lideradas por Venezuela como el mejor camino para un retorno pacífico a la democracia.”

Estados Unidos ha negado cualquier acercamiento con la narcotiranía venezolana, pero, a través de altos funcionarios, afirman que no están cerrados a esta vía.