Caracas. – Con iniciar una nueva ola represiva y de detenciones arbitrarias, amenazó Diosdado Cabello este sábado, luego que anunciara un presunto decomiso de 400 armas, supuestamente destinadas a acciones desestabilizadoras.
El jerarca chavista ofreció una rueda de prensa, en la cual informó de la detención de 14 personas, a las cuales calificó de alta peligrosidad y vinculadas a este nuevo entramado conspirativo, además de estar supuestamente conectadas con «políticos de la ultraderecha venezolana».
No obstante, no ofreció detalles ni datos de los supuestos detenidos, ni tampoco mostró imágenes o videos, es decir, ninguna evidencia al respecto
Se limitó a identificar apenas a uno de ellos, como Joseph Castañeda, cuyas supuestas confesiones habrían delatado que el plan incluía atacar el Palacio de Miraflores y otros espacios de los poderes públicos, además de realizar acciones de sabotaje contra diversos servicios públicos para generar caos.
Además, no ahondó en la operación de confiscación de las armas, salvo el haber dicho que estas habrían sido «incautadas» en varios puertos del país.
Cabello atribuyó sin mostrar pruebas el envío de las 400 armas a España y Estados Unidos, países que, justamente, esta semana optaron por reconocer a Edmundo González como presidente electo, e iniciaron una imposición de sanciones contra funcionarios del narcorégimen y sus familiares, que podrían afectar hasta unos 2.000 «enchufados».
En este sentido, acusó al experto en investigaciones, Iván Simonovis, de ser uno de los supuestos ideadores de esta estrategia, además de nombrar a figuras como Tomás Guanipa, Julio Borges, María Corina Machado y Carlos Vecchio, a quienes señaló de ser parte de la «conspiración» con apoyo de la CIA.
Para las acusaciones se valió únicamente de sus palabras ante las cámaras, asegurando que todos los datos fueron obtenidos en presuntas «labores de inteligencia».
Como era de esperarse, advirtió que tras la aparición de «vínculos con los pranes políticos» se esperan más capturas al respecto sobre este supuesto intento de desestabilización.
