Caracas. – Diosdado Cabello asomó este jueves la excusa, con la cual piensa justificar la detención de María Corina Machado: vinculó, sin evidencias ni pruebas, a la dirigente política con un supuesto plan, para ingresar mercenarios al país.
En una rueda de prensa televisada, el jerarca chavista expuso un aparente plan, en el cual detalló a varios de los presuntos cabecillas del mismo, entre quienes nombró a Machado.
Durante todo el discurso, a pesar de asegurar contar con informes de inteligencia elaborados por los organismos chavistas, no expuso ninguna prueba que corroborara, tanto la participación de la dirigente política en la presunta trama, como de los demás mencionados.
«La señora María Corina está al tanto de esto y no le conviene decir nada, asumirlo. Ella está al tanto de todo el daño que estos señores le van a causar a Venezuela», señaló Cabello.
En una gráfica presentó una serie de nombres de detenidos, incluso con venezolanas, entre los que mencionó a los dos españoles previamente detenidos en septiembre; un ciudadano de origen checo, así como un grupo de estadounidenses que tienen otras nacionalidades como la mexicana, ecuatoriana y la boliviana.
Implicó tanto al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, como al Departamento Antidrogas (DEA) y la Agencia Central de Información (CIA) de los Estados Unidos, en la aparente conspiración.El objetivo sería introducir mercenarios al país, a fin de cometer atentados contra altas figuras de la Narcotiranía, argumento que ha repetido el régimen de Maduro en muchas ocasiones.
En este sentido, acusó también al excomisario Iván Simonovis de ser el artífice de encargar el contrabando de armas, para el plan conspirativo, aseverando que este seguía -presuntamente- órdenes de Machado.
«Simonovis es quien trae las armas y él ha dicho que ninguna de estas operaciones se hace sin que María Corina lo apruebe», argumentó sin evidencias de respaldo.
Al parecer, y según lo expuesto por el ministro chavista de relaciones interiores, habría 19 detenidos ya, así como 71 armas aparentemente confiscadas, que habían llegado de contrabando.
Entre los detenidos figuran los seis extranjeros secuestrados este año (dos españoles, tres estadounidenses y un checo), situación que generó tensiones entre el narco régimen y España, Estados Unidos y República Checa.