A tan solo pocos días de la toma de poder por parte de Joe Biden, sus políticas en materia económica ya están generando de que hablar, y es que algunas de las órdenes ejecutivas que ha firmado, más la intención que ha mostrado de implementar algunas medidas, han generado alarma dentro de varios especialistas en el área.
Para el reconocido economista, Sergio Martínez, el aumento salarial por decreto no es la estrategia correcta para mejorar las condiciones de los ciudadanos, “la mayoría de la evidencia científica muestra que los incrementos en salarios mínimo sí perjudican al empleo, si no necesariamente en el corto plazo, si en el largo plazo; conforme las empresas pueden ajustarse a producir lo que venden con una menor cantidad de mano de obra,” dijo Martínez para el portal Contra Poder News. “Estamos hablando de un incremento importante el que propone Biden para la economía, que en un contexto de pandemia puede ser especialmente perjudicial,” agregó.
Martínez alertó que la recuperación de la economía en los Estados Unidos se va a ralentizar, “la producción ha caído, se han interrumpido cadenas de suministro a nivel global, el comercio internacional está raquítico, la reserva federal ha incrementado la oferta monetaria a niveles que no tienen precedentes con el fin de amortiguar los efectos perjudiciales de este shock que vino con la pandemia. Es un contexto muy delicado. Muchas empresas han tenido que cerrar o que retardar sus operaciones.”
Así mismo, el economista advirtió que los ciudadanos que se verán más afectados son precisamente aquellos hacia quienes estas políticas supuestamente van dirigidas, “Las personas que podemos esperar que sean más perjudicadas por este incremento en el salario mínimo, son los trabajadores con un menor nivel de cualificación. Los jóvenes podrían ser los más perjudicados. Aquellos que trabajan por un muy bajo salario y exconvictos también se pueden ver perjudicados.”
Martínez recordó que en un contexto de recesión, se requiere mayor libertad y menos intervencionismo para evitar que la crisis se extienda por un tiempo muy prolongado, y afirmó que estas medidas empeoran la situación actual, “esto añade otra capa más de inflexibilidad en el mercado laboral en un momento en el que lo que más necesitas es flexibilidad laboral, para que la recuperación sea más rápida,” continuó, “en el corto plazo quizás no veríamos un despido masivo de trabajadores, si veríamos que la frecuencia con la que las empresas contratarían nuevos trabajadores, probablemente sería más baja. Tardarían en aparecer algunas empresas que sería deseable que aparecieran de manera más rápida si el mercado laboral fuera más flexible.”
Otros expertos en la materia, también expresaron su preocupación, tal es el caso de Richard Hammer, quien estuvo de acuerdo con Martínez respecto a los principales perjudicados con la intención del aumento salarial a nivel federal de más de un 100%, “como todo control de precios, lo más probable es que se desarrolle un mercado negro de trabajo. Los latinos y migrantes serán los que paguen más los platos rotos.”
Algunos economistas se mostraron más pesimistas, Otman Domínguez exhortó incluso a “no ahorrar en dólares” y recomendó “hacer una cartera diversificada” para hacerle frente a la crisis que avisora.
Por su parte, Humberto Rivero vaticinó mayor desempleo, y declaró que “el costo adicional se trasladará a los precios y obviamente caerá la demanda en muchas empresas.”
Finalmente, el también economista, Rafael Acevedo, complementó la preocupación de Rivero, asegurando que el contexto actual es aún menos favorable, “súmale la eliminación del oleoducto y el fracking,” declaró. Mientras que calificó de ser el “plan perfecto” para las grandes corporaciones pues, “la pequeña y mediana empresa será la impactada, los únicos con capacidad de pagar eso son Amazon, Facebook, etc.;” Añadió que lo que se está creando es una “burbuja alimentada con las ayudas sociales,” y alertó sobre una recesión como consecuencia.