Donald Trump ha sido imputado por cuarta vez en toda su lucha legal. En esta ocasión, ha sido la Fiscalía del estado de Georgia quien lo ha hecho. El motivo del procesamiento es similar al de otro de los casos que afronta el presidente, por el que fue imputado hace dos semanas, a saber, su intento de robar las elecciones de 2020.
En esta ocasión, la acusación ha presentado 41 cargos contra Trump, incluyendo el de asociación de malhechores, que en inglés, «racketeering», es una palabra que trae a la mente solo una cosa: la mafia.
Además de Trump, otras 18 personas han sido imputadas, incluyendo a su jefe de gabinete, Mark Meadows, y el ex alcalde de Nueva York y excandidato a la presidencia en 2008, Rudy Giuliani, que también ha sido procesado en otro de los casos contra Trump.
Cabe destacar que, con este procesamiento, Trump afronta nada menos que 119 cargos penales en su contra. En este sentido, tan solo los 78 cargos de los tres casos previos a éste acarrean unas penas máximas combinadas de 199 años de cárcel.
Estos tres procesos son uno en el estado de Nueva York por falsedad documental para violar la legislación de las campañas electorales, y dos más, del Estado federal, por la retención de secretos de Estado después de dejar la Casa Blanca y por su intento de robar las elecciones.
Ahora bien, Georgia le ha imputado por esa misma razón, aunque este proceso se limita a exclusivamente a sus acciones en ese estado, incluyendo la famosa llamada telefónica en la que el entonces presidente pidió a las autoridades locales que buscaran los 11.770 votos necesarios para que pudiera ganar unos comicios que, casualmente, había perdido por 11.769 papeletas.
Además, los presuntos delitos incluyen intimidación a funcionarios y robo e intento de manipulación de datos informáticos.