EE. UU. lamenta la muerte de palestinos durante una entrega de ayuda en Gaza y aboga por un alto el fuego

La Administración de Estados Unidos ha lamentado este jueves la muerte de más de un centenar de palestinos durante una entrega de ayuda en la Franja de Gaza y ha aprovechado la ocasión para recalcar que la situación en el enclave requiere de «un posible alto el fuego temporal».

Desde el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense han calificado lo ocurrido como un «grave incidente» y ha lamentado que la pérdida de «vidas inocentes» se produce mientras «palestinos inocentes solo intentan alimentar a sus familias».

«Esto subraya la importancia de ampliar y mantener el flujo de ayuda humanitaria a Gaza, incluso mediante un posible alto el fuego temporal. Seguimos trabajando día y noche para lograr ese resultado», ha manifestado un portavoz del organismo en declaraciones recogidas por la cadena CNN.

Más tarde, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha señalado que se está analizando lo sucedido debido a que hay «dos versiones» del incidente. Mientras que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) acusa a Israel de las muertes, las autoridades israelíes señalan que la mayoría de víctimas han fallecido por una estampida.

Así las cosas, Biden ha reconocido que lo ocurrido podría dificultar las negociaciones entre las partes para un alto el fuego, aunque el mandatario se ha mostrado optimista sobre un posible acuerdo para la liberación de rehenes y el cese de los ataques.

«La esperanza es eterna (…) He estado hablando por teléfono con gente de la región y todavía, probablemente no para el lunes, pero tengo esperanzas», ha señalado Biden.

Cabe destacar que las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por Hamás, han denunciado más de un centenar de muertes a causa del ataque perpetrado por Israel contra un grupo de personas que esperaba para recibir alimentos en la Ciudad de Gaza, en el norte del enclave.

Por su parte, el Ejército de Israel ha afirmado que la mayoría de las víctimas del incidente fueron causadas por una estampida. La investigación preliminar israelí apunta que al menos diez de las víctimas murieron tiroteadas por sus militares durante el suceso.