El Gobierno de EE. UU. ha paralizado el envío de 3.500 bombas a Israel ante el temor a que puedan ser utilizadas durante la ofensiva militar a gran escala en la ciudad gazatí de Rafá, una operación a la que se ha opuesto públicamente la Administración de Joe Biden.
Cabe señalar que Washington ordenó la semana pasada esta suspensión, que afecta a 1.800 bombas de unos 900 kilos y otras 1.700 más ligeras, de alrededor de 226 kilos, puesto que al Gobierno le preocupa que se utilicen especialmente los artefactos más pesados y «el impacto que podrían tener en núcleos urbanos con gran densidad» de población, como ha explicado un portavoz del Ejecutivo a distintos medios, entre ellos CNN.
No obstante, esto se trata, en cualquier caso, de una medida temporal, ya que este portavoz ha aclarado que no se ha tomado ninguna «determinación final». De hecho, EE. UU. sigue siendo el principal aliado político global de Israel, pese a las críticas deslizadas en los últimos días sobre la ofensiva en Rafá.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Mark Miller, afirmó el martes en rueda de prensa que, por lo que se ha visto en los primeros compases de la ofensiva, «parece ser una operación limitada», si bien también ha admitido que «no es ningún secreto que (las autoridades israelíes) quieren llevar a cabo un gran operación militar».
John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.
John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.
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