Altos representantes de todo el mundo, organizaciones internacionales de derechos humanos y funcionarios de la ONU han criticado a Estados Unidos por vetar una resolución de la ONU que pedía un alto el fuego humanitario inmediato en la Franja de Gaza.
Así, el presidente palestino, Mahmud Abbás, condenó la decisión de EE. UU. en la ONU, calificando la posición estadounidense de «agresiva e inmoral», por suponer una «flagrante violación de todos los valores y principios humanitarios».
En este sentido, sentenció que la decisión de las autoridades estadounidenses «constituirá una vergüenza que perseguirá». También, responsabilizó a Washington del «derramamiento de sangre de niños, mujeres y ancianos palestinos» en la Franja de Gaza.
En su arremetida contra EE. UU., subrayó que esta política lo convierte en «socio del crimen de genocidio, limpieza étnica y crímenes de guerra cometidos por las fuerzas de ocupación israelíes contra los palestinos en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén».
Por su parte, el primer ministro de Palestina, Mohammad Shtayyeh, calificó el veto de «vergüenza» y de «nuevo cheque en blanco entregado al Estado ocupante para masacrar, destruir y desplazar», según informa Al Jazeera.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, advirtió que «mientras Estados Unidos apoye los crímenes del régimen sionista y la continuación de la guerra, no sólo el alcance de la guerra aumentará, sino que también existe la posibilidad de una explosión incontrolable en la situación en la región».
Además, el embajador adjunto de los Emiratos Árabes Unidos en la ONU, Mohamed Abushahab, preguntó al Consejo de Seguridad de la ONU: «¿Cuál es el mensaje que estamos enviando a los palestinos si no podemos unirnos detrás de un llamado para detener el bombardeo implacable de Gaza? De hecho, ¿cuál es el mensaje que estamos enviando a los civiles de todo el mundo que pueden encontrarse en situaciones similares?».
A esto se suma que el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, señaló que, con su veto, EE. UU. ha dictado una «sentencia de muerte para miles, si no decenas de miles, de civiles palestinos e israelíes», al mismo tiempo que describió la jornada como «uno de los días más negros en la historia de Oriente Medio».
Mientras, el representante permanente de China ante la ONU, Zhang Jun, calificó de «hipócrita» la aprobación de la decisión de continuar las hostilidades y, al mismo tiempo, la determinación de proteger las mujeres y los niños y los derechos humanos. En este sentido, subrayó que «esto nos muestra una vez más lo que es el doble rasero.».
Por su parte, el dictador que somete a Cuba, Miguel Díaz-Canel, manifestó: «Basta ya de impunidad para Israel. La historia no olvidará nunca a los que pudieron detener el genocidio y no lo hicieron».