De Derecha Diario
La contienda electoral en el Perú sembró un clima de incertidumbre de cara al balotaje entre la derechista Keiko Fujimori y el comunista Pedro Castillo. Recientes encuestas señalaron que el candidato de extrema izquierda se encuentra en primer lugar, lo cual se tradujo directamente en un fuerte pánico en los mercados.
Los agentes del mercado reaccionaron rápidamente y entre el pasado 11 de abril y este fin de semana, se produjo una fuerte devaluación del sol peruano.
El tipo de cambio de Perú con respecto al dólar alcanzó una cotización de S/ 3,79 en el pasado día viernes, un máximo histórico que no pudo ser revertido pese a la fuerte intervención del Banco Central del Perú (BCRP).
El BCRP salió a colocar swaps cambiarios por S/ 697 millones en cuatro operaciones y Certificados Depósitos Reajustables (CDR) por S/ 280 millones en tres operaciones, en un intento por contener el valor de la divisa, que falló totalmente mientras la gente huye del sol peruano y se pasa a otras monedas.
La devaluación en la plaza de cambios peruana acumula un alza del 4,73% en lo que va del 2021, la mayor parte en los últimos días luego de que salieran las primeras encuestas del balotaje.
Este comportamiento resultó un claro contraste con la región en cuanto a las operaciones de la semana pasada. Países como Colombia, Chile, Uruguay y Brasil registraron resultados mixtos y sin una tendencia clara, mientras que en Perú la caída del sol fue consistente e irreversible.
El Índice S&P/BVL Perú General, que refleja el comportamiento bursátil en la plaza de Lima, alertó por fuertes contracciones desde que se conocieron las primeras encuestas dando una cierta ventaja a Castillo por sobre Fujimori.
La plaza bursátil peruana se derrumbó un 3,48% ni bien se conoció la primera encuesta de IPSOS que da por ganador a Pedro Castillo por más de 11 puntos.
La contracción fue mucho más intensa en empresas estratégicas para el país, principalmente en todas las que Castillo ha prometido expropiar si llega al poder.
Se registró una gran aversión al riesgo por parte de muchos inversionistas extranjeros que ven con desconfianza a la dinámica económica en Perú ante un posible nuevo presidente con vocación chavista y con planteos expropiatorios, algo que no se había visto en ese país desde la década de 1980.
El partido del candidato comunista, “Perú Libre”, no tuvo ningún reparo en proponer abiertamente la nacionalización de servicios públicos y de sectores estratégicos en la economía, como los servicios de electricidad, el gas, la minería, los hidrocarburos e incluso buena parte del turismo y el comercio exterior. Los anuncios sembraron el pánico en las empresas que disponen de estos servicios.
Este fue el caso de las cinco compañías mineras más grandes del Perú en cuento a tamaño y rentabilidad, mostraron caídas violentas en su valor bursátil. Las empresas afectadas fueron: Panoro Minerals (-27,71%), Minsur (-24,66%), Cerro Verde (-21,66%), Volcan (-20,24%) y Nexa (-18,37%).
El rechazo a la actual Constitución peruana por parte de Castillo, establecida en 1993 y pilar del modelo económico basado en la economía de mercado, no hizo más que acrecentar la incertidumbre en los inversores.
Entre otros postulados, la Constitución peruana establece limites básicos al poder político, como la autonomía del Banco Central y la política monetaria, una pieza clave para explicar la estabilidad de precios en el Perú en las últimas décadas, y algo que el partido de Castillo ha prometido revertir.
Como contrapartida, Keiko Fujimori ha lanzado su campaña en el interior, donde el partido comunista más votos ha sacado. En su primera conferencia luego de la primera vuelta, prometió continuar con el modelo económico peruano y denunció la intromisión del “socialismo del siglo XXI” en su país.