Por Ricardo Guanipa d’Erizans[*].
Desde que ganó la elección presidencial de Venezuela el teniente coronel del Ejército, en situación de retiro, Hugo Rafael Chávez Frías, el 6 de diciembre de 1998, se instauró en el país un gobierno cívico militar; mientras Chávez socavaba las bases de la democracia y creaba paralelamente una Asamblea Constituyente que redactaría una nueva carta magna a la medida de su talla de dictador.
Uno de los primeros fracasos de los militares gerenciando proyectos de infraestructuras a nivel Nacional fue el mega plan Bolívar 2000, aunque en teoría el proyecto tenia buenas intenciones, los Generales no tenían la capacidad moral para administrar miles de millones de bolívares para sacar adelante los planes sociales que brindan bienestar a la población, más bien, los militares se enriquecieron abusivamente con los recursos del Estado imitando a los adecos y copeyanos que cooperaron para que el Movimiento Quinta República ganara las elecciones —que, por cierto, es la única elección sin trampa que ha ganado el chavismo—.
Después del 11 de abril de 2002, día que Chávez renunciara a la presidencia según su General Lucas Rincón que posteriormente a su anuncio fue premiado de forma inverosímil como embajador de Venezuela en Portugal, se aceleró la descomposición moral y profesional de las fuerzas armadas, donde efectivos institucionales fueron sustituidos por milicianos socialistas que los adoctrinaron en los cuarteles repitiendo como cotorras “Patria, Socialismo o Muerte”, y Chávez se murió.
Después de ahí, se dio luz verde para que los militares y civiles políticos saquearan las riquezas de Venezuela, desde el oro de las reservas internacionales hasta el efectivo en dólares en las bóvedas del Banco Central de Venezuela; así, por ejemplo, Diosdado Cabello en la piñata se robó 7.5 mil millones de dólares en efectivo, destinados a la construcción de un tren en el oriente de Venezuela que nunca se construyó, y el dinero se evaporo.
Así como el Capitán Cabello, también robaron Vielma Mora, Jesse Chacón, Padrino López y cientos de otros delincuentes militares que aun roban con total impunidad.
Pero ya los venezolanos estamos hartos de los militares que son los responsables de la tragedia y miseria que vive Venezuela desde hace 25 años, simplemente porque los militares tienen secuestrada la República con las armas de la nación.
Fueron los militares venezolanos quienes entregaron la soberanía de Venezuela al régimen cubano, fueron los militares venezolanos quienes cedieron territorio nacional para que la guerrilla colombiana opere en sus actividades terroristas y de narcotráfico dentro de Venezuela, fueron los militares venezolanos quienes dieron legitimidad, autoridad y territorialidad al gobierno de Guyana en el Esequibo.
Fueron los militares venezolanos quienes permitieron y siguen permitiendo que guerrilleros colombianos asesinen y masacren a soldados y civiles venezolanos en Apure y otros estados fronterizos, son los militares venezolanos quienes han permitido que las instalaciones militares sean centros de acopio de cocaína producida por El Cartel de los Soles dirigido por Generales activos de Venezuela.
Son militares venezolanos son los responsables que milicianos rusos e Iranies humillen al soldado venezolano dentro de instalaciones militares del país.
Fueron los militares venezolanos quienes destruyeron el servicio eléctrico y petrolero del país, porque fueron Generales quienes presidieran ambas corporaciones del Estado, al igual que la industria de hierro y aluminio.
Son los militares responsables de la perdida de la vigencia de la Constitución del país, porque son los militares los primeros en violar todos los artículos de la carta magna y se burlan, además, de los venezolanos cada vez que cometen sus fechorías.
Los venezolanos estamos hartos de los chantajes de los militares, de lo abusos de los militares, quienes tienen el control del Cartel Político del país, gracias a cobardes como Henry Ramos Allup, Manuel Rosales, Henrique Capriles o la Barbie de Julio Borges, a quienes los malandros militares les patean el trasero a su antojo, se le hubiera ocurrido a un milico chavista carajear a Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Leandro Mora, David Morales Bello, Jóvito Villalba, Luis Beltrán Prieto Figueroa entre otros, no les hubiera quedado un diente sano en la jeta del carajazo que hubieran recibido.
En Venezuela todos los militares deben de gozar del repudio de la sociedad civil hasta que vuelvan a ejercer sus funciones como guardianes de la constitución, para eso los venezolanos le pagan sus sueldos, por eso, para resucitar la democracia, primero hay que extirpar el tumor cancerígeno militar de la sociedad venezolana.
Recuerden militares, ustedes están al servicio de la nación y no la nación al servicio de ustedes, hasta hoy solo se han consagrados como auténticos Traidores a la Patria.
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