Por Ricardo Guanipa d’Erizans
El pasado 5 de julio hubo movimientos dentro de las fuerzas armadas obedeciendo a los ascensos, ratificados en cargos o pase a retiro de altos oficiales; entre ellos, el ministro de la Defensa General Vladimir Padrino López, quien fue nombrado por Nicolas Maduro en el 2014, es decir, 9 años enchufado en el Ministerio de la Defensa.
El paranoico Hugo Chávez nunca le tuvo mucha confianza a Vladimir Padrino quien había hecho cursos en la “Escuela de las Américas en EE. UU.” en la década de los noventa, entre ellas una especialización en “Operaciones Psicológicas”.
Padrino era un oficial bien visto dentro de los Estados Unidos, pero Chávez lo mantuvo distante ya que no tenía la suficiente confianza en involucrarlo en operaciones de narcotráfico con el Cartel de los Soles y actividades criminales con la guerrilla colombiana de las FARC y ELN, con quienes Chávez tenía una estrecha asociación criminal. Sin embargo, Chávez meses antes de morir nombra a Vladimir Padrino Segundo comandante y jefe del Estado Mayor del Ejercito.
En el 2014 ya como ministro de la Defensa, Padrino López era visto por los venezolanos como un militar chavista moderado con pinceladas institucionales, pero todo cambió a mediados de 2015 después que Padrino hiciera un Misterioso viaje a Rusia y abandonara su responsabilidad de ministro en medio de rumores de un supuesto padecimiento de cáncer de próstata que había degenerado en metástasis afectando diversos órganos.
No obstante, Padrino apareció en Cuba junto al anciano Fidel Castro en un silente video e imágenes fotográficas, simultáneamente el régimen cubano anunciaba que Vladimir Padrino había sido intervenido quirúrgicamente para sanar una severa obstrucción intestinal que pudo haberle ocasionado una peritonitis y en consecuencia su muerte.
Después de unos meses de recuperación Padrino regresa al cargo pero ya no era el mismo, era un bocaza que repetía esquizofrénicamente “Patria Chavista, Socialista, Antimperialista” y juraba lealtad al régimen de Maduro desatando una sanguinaria represión en contra de jóvenes estudiantes y ciudadanos que decidieron salir a las calles en protesta de los abusos de la dictadura.
En este marco, desafortunadamente los soldados utilizaron sus armas en contra del pueblo y aplastaron a los manifestantes dejando docenas de muertos, cientos de heridos y miles judicializados.
Desde ese momento a Padrino Lopez se le despertó una inmensa ambición Política, pues tenía el respaldo de Putin en Rusia y los Castro en Cuba lo que comenzó a dirigir personalmente las exportaciones de cocaína producida en los laboratorios de las FARC y el ELN desde pistas clandestinas en los estados Apure, Guárico, Cojedes y Barinas.
Padrino estaba enloquecido exportando cocaína y generando miles de millones de dólares que iban a parar a Nicaragua, Rusia, China y Cuba.
En ese entonces, el presidente Obama y la DEA ya tenían dentro de su radar a Vladimir Padrino y sus masivas operaciones de trafico de drogas, por lo que dieron a conocer trazas de aviones fantasmas que salían desde Venezuela cargados con drogas.
Tras esto, de inmediato Padrino comenzó aparecer en los medios y a culpar a Estados Unidos de esas operaciones para confundir a los ignorantes militares a su mando —no olviden que Padrino es un experto en operaciones psicológicas—, pero a pesar de su actoral histeria, agencias federales norteamericanas acusaron al Ministro de la Defensa de operar el Cartel de los Soles y ofrecieron 10 millones de dólares de recompensa a quien o quienes contribuyan con su captura —solicitud que sigue vigente—.
Desde ese momento, Padrino López, que no confía en nadie, decidió tomar el poder militar y político de Venezuela convirtiéndose en el hombre más poderoso del país que goza del incondicional apoyo de Putin, Castro y Xi Jinping mientras que Nicolas Maduro se ha convertido en el Díaz Canel de Venezuela, son tigres de papel ya que los tigres de carne y hueso son Raúl Castro en Cuba y Padrino López en Venezuela quien el pasado 5 de julio se auto ratificó como Ministro y ratificó a Nicolás Maduro como inquilino de Miraflores.
Por esa razón, el verdadero comandante en jefe de la Fuerza Armada de Venezuela es Vladimir Padrino quien ha puesto a sus generales y oficiales de confianza a ocupar posiciones de mando y comando en las instalaciones militares, pero también ha hecho lo mismo en ministerios, gobernaciones y entes públicos estratégicos como CORPOELEC, que tiene el control de toda la energía eléctrica nacional lo que le da el mismo poder de tener bajo su resguardo todo el parque de armas de la nación.
Los 9 años de Padrino en el cargo bate un récord en la historia republicada de Venezuela donde los ministros de la Defensa duraban 12 meses para luego pasar a retiro y darle el chance a otros oficiales con méritos, lo establecía la cadena de mando,’ pero el Dictador Padrino Lopez ha roto con la institucionalidad militar truncando esos derechos de al menos 8 Almirantes o Generales que constitucionalmente debieron de ocupar ese cargo, respetando la alternabilidad. Pero es él y solo él la máxima autoridad militar y civil de Venezuela.
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