Por Ricardo Guanipa d’Erizans.
En Venezuela el terrorismo de Estado es la orden del día del régimen de Nicolás Maduro, prueba de ellos fue la detención arbitraria del influencer y periodista Oscar Alejandro, quien fue detenido por la comisión de la corrupta policía judicial CICPC dirigido por uno de los delincuentes más peligroso de Venezuela con licencia para matar, torturar y desapariciones forzosas de nombre Douglas Rico, el principal aliado de la banda terrorista conocida como «el Tren de Aragua», que se ha convertido en el ala represiva de la dictadura chavista dentro y fuera de Venezuela.
Pues, los malandros del CICPC procedieron a la detención de Oscar Alejandro por el contenido publicado hace 8 meses donde explicaba que en la torre de Credit Card en Chacaíto se encontraban todos los servidores de las tarjetas de crédito y debito de Venezuela, en consecuencia, si se produjera un ataque terrorista en contra de las torres ocasionaría un total colapso del sistema financiera del país, lamentablemente cada ladrón juzga por su condición, y en respuesta el Estado terrorista de Maduro procedió a la detención de Oscar Alejandro, quien reside permanentemente en Miami-EE. UU., pero tras un viaje a Venezuela fue detenido por los delincuentes torturadores del CICPC bajo cargos de terrorismo, en vez de agradecer la advertencia del influencer que solo advirtió de la vulnerabilidad del sistema financiero.
A esto hay que sumar que en 8 meses tras la denuncia, ninguna persona ni grupo opositor atacó la torre para afectar el sistema financiero del país y simplemente no se hizo porque los terroristas en Venezuela son los miembros del gobierno y sus psicópatas seguidores que si tienen las manos bañadas de sangre.
Pero el régimen no da puntada sin dedal, según me informan que la detención de Oscar Alejandro tiene dos objetivos: el primero fue complacer al pedófilo dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, a quien Oscar Alejandro había criticado las actividades antidemocráticas del dictador centroamericano, y, por otra parte, Maduro buscó compararlo con el delincuente youtuber chavista de nombre Leito, quien explicaba como robar mercancía en las tiendas por departamento de EE. UU., como estafar al Estado al tener hijos estadounidenses, como obtener dinero sin trabajar, como es de fácil vivir en los autos y asearse utilizando baños públicos y por ultimo como invadir viviendas que se encuentran desocupadas —siendo esto último lo que lo llevó a la cárcel—. Sin embargo, el régimen venezolano, con ayuda de la prensa corrupta de ese país, busca generar una matriz de opinión que en Norteamérica no existe la libertad de expresión.
Desafortunadamente los venezolanos tenemos la memoria muy corta, ya el caso del teniente retirado Ronald Ojeda quien fue secuestrado por un grupo comando del Sebin en Chile y posteriormente asesinado y entregado su cadáver al grupo terrorista Tren de Aragua para desaparecer su cuerpo por instrucciones del régimen terrorista venezolano, dolorosamente eso es tema olvidado, solo la familia del militar aun sigue llorando su asesinato.
Otro caso de terrorismo de Estado fue la arbitraria detención del la abogada y experta en Seguridad y Defensa, Rocío San Miguel quien lleva meses secuestrada por el Fiscal torturador y asesino de Tarek William Saab alias el Libanes, quien luce un aspecto deplorable y matonesco con esos tatuajes tipo Tren de Aragua que ocupan gran parte de su cuello o parte trasera de sus orejas.
No tengo la menor duda que ese Fiscal torturados haya ordenado someter a San Miguel a las más brutales técnicas de tortura, incluyendo ataques sexuales o violación. Irónicamente, Tarek William fue detenido el 12 de abril de 2002 tras la renuncia de Hugo Chávez, pues así lo anuncio ese día el General chavista Lucas Rincón, en consecuencia, como en Venezuela si había Estado de derecho, se le respetaron todas las garantías constitucionales a Tarek, incluyendo su integridad física hasta ser dejado en libertad plena a las pocas horas, bueno esa historia ya la conocemos.
Lamentablemente el Fiscal torturador se ha convertido en el matón del régimen, protegiendo a culpables y castigando a inocentes, sin duda que es un tipo desalmado que no se ablanda ni por su condición de miembro de la comunidad LGTB, por no llamarlo gay, más bien esa condición lo ha convertido en un ser sin piedad y escrúpulos digamos que es el Calígula de la revolución comunista chavista.
Redes del autor: Twitter @ricardoguanipa / Instagram @guanipar / Email: [email protected]