Caracas. – Este sábado, 15 de enero, se conmemoran cuatro años de la Masacre del Junquito, hecho en el cual el entonces funcionario del Cicpc, Óscar Pérez, fue vilmente masacrado, junto con otros seis acompañantes, por todo un contingente de esbirros de la narcotiranía.
Pérez, quien se había sublevado meses antes, tras semanas de clandestinidad, fue a dar a una vivienda desocupada que se encuentra en el kilómetro 16 del Junquito.
Aproximadamente a las 4:00 am de ese día, los organismos de seguridad, tras conocer su localización, activaron un operativo que fue denominado Operación Gedeón.
Más de 500 efectivos del FAES, PNB, GNB, DGCIM y colectivos del chavismo, fuertemente armados, rodearon la vivienda. Fueron apoyados por helicópteros, un blindado BTR-80 y por escuadras equipadas con armas antitanque RPG.
Las fuerzas de la narcotiranía indicaron haber determinado que el grupo de Pérez era una supuesta célula terrorista, exacerbando así un peligro que en realidad no representaba.
A pesar de que se llevaban a cabo negociaciones para lograr su rendición, poco después de las 8:00 am iniciaron los enfrentamientos.
Los esbirros iniciaron una arremetida contra el grupo, cuyas intenciones era entregarse pacíficamente. Pérez envió videos por un celular, en los que aseguraba que su equipo y él eran objeto de un ataque desmedido, aun cuando habían manifestado deseos de deponer las armas.
Los efectivos atacaron a tiros a la vivienda, disparando incluso con el armamento antitanque, y al parecer, también el BTR-80.En medio del fragor, el inspector sublevado envió videos narrando la arremetida despiadada que sufrían.
Cerca de las 12:00 pm culminó el combate.José Alejandro Díaz Pimentel, Abraham Israel Agostini, Abraham Lugo, Jairo Lugo (hermano de Abraham), Lisbeth Ramírez (esposa de Jairo Lugo y en estado de embarazo), Daniel Soto y Óscar Alberto Pérez, fueron asesinados a tiros.
Dos efectivos de la FAES y un miembro de los colectivos, también perdieron la vida en el hecho, pero debido al fuego de sus propios compañeros.
Las reacciones en redes fueron contundentes este sábado, en torno a lo que se considera, hoy día, como un vil asesinato, ordenado desde las cúpulas de la narcotiranía.