Caracas. – Aun cuando una institución financiera con reconocimiento, como el Credit Suisse, haya pronosticado un incremento del 22% en la economía venezolana para finales de 2022, muchos venezolanos no creen en la proyección ofrecida por el banco suizo.
Esa ha sido la reacción demostrada en redes sociales, donde muchos internautas, sin ser analistas ni expertos en economía, desechan las premisas de esta entidad, por estar basadas en acuerdos que supuestamente podría lograr la narcotiranía, para aumentar la producción petrolera en el país.
A este acuerdo se le suma la idea del posible levantamiento de las sanciones, como parte de la negociación, propuesta de por sí repudiada por una gran parte de la población. La gente está clara que las sanciones solo han afectado a los jerarcas.
El rechazo a la, aparente, buena nueva ofrecida por el Credit Suisse, también va enmarcado en las posiciones contrarias a una serie de fake news, las cuales desde hace mucho tiempo se difunden por diversas vías, buscando posicionar la idea de una mejora en la economía y condiciones del país.
El tema fue tendencia en Twitter este viernes, 08 de abril, precisamente por la abundancia de comentarios de usuarios en esa red, que buscan, con desespero, contrarrestar las informaciones que tratan de vender una falsa realidad acerca del país.
La entidad financiera europea basa principalmente su estudio, en una posible negociación que estaría llevando la administración de Joe Biden con Maduro, para aumentar la explotación petrolera en Venezuela, a través de empresas como Chevron. Sobre esta última se diseminan especies, en las últimas semanas, sobre el otorgamiento de licencias para volver a operar en el país.
Este supuesto, para muchos internautas, no deja de ser más que una información fabricada, con el objeto de viralizar la idea de un cambio económico positivo en Venezuela, lo cual no es cierto.
También, los usuarios en las plataformas digitales no conciben una mejoría en el PIB interno del 22%, cuando el país ha sufrido una contracción en su aparato productivo del 75% entre 2015 y 2020, años en los que la hiperinflación hizo estragos.
Las observaciones de los ciudadanos comunes en redes, sobre el tema, revelan la gran desconfianza de la población en cuanto a aceptar que todo «irá bien», cuando Maduro y sus seguidores permanecen todavía en el poder.