Caracas. – Yorman David León, un preso político postelectoral de 28 años, falleció el pasado 4 de febrero, quien pese a haber sido excarcelado en enero de este año, padecía un precario estado de salud generado durante su estancia en prisión.
León fue secuestrado por la tiranía el 29 de julio del año pasado en Naguanagua, estado Carabobo, y estuvo en tres sitios de reclusión distintos, hasta que fue liberado, bajo un régimen de presentación cada 15 días.
No obstante, su salud se comprometió por la falta de atención médica, las torturas y las condiciones de reclusión. Su papá, Rafael León, declaró con temor a sufrir persecución. “Es suficiente con el dolor de la pérdida de mi muchacho”, lamentó el hombre.
León contó que su hijo gozaba de buena salud, pero cuando fue excarcelado percibió una persona completamente distinta: callado, distante y reprimido.
El vocero del Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve), Diego Casanova, explicó en declaraciones a varios medios, que gran parte de los detenidos actualmente presentan enfermedades como secuelas del encarcelamiento, entre ellas afecciones intestinales, renales e hipertensión, que son las más comunes.
El caso de Yorman León no fue distinto. Salió tras las rejas arrastrando serias secuelas en su salud, que terminaron por pasarle la fatal factura el 4 de febrero, tal como lo denunció su familia.
El joven estuvo inicialmente detenido en unos calabozos de la PNB en Los Guayos, pero luego fue trasladado a Tocorón (Aragua), donde comenzó su calvario. Sus allegados contaron, que allí enfrentó condiciones de reclusión inhumanas, con hacinamiento, sin derecho al agua potable y consumiendo comida en mal estado.
Tras su liberación, León llegó a su casa padeciendo una fiebre, por lo cual lo llevaron al médico e hicieron chequeos. Le diagnosticaron dengue, tenía el estómago obstruido, hematomas en el cuerpo y una fisura. Esto último posiblemente consecuencia de golpes y tortura que recibió en reclusión.Entre los estudios y las diligencias en tribunales su salud empeoró.
“Le mandaron a hacer una endoscopia porque no le pasaba la comida. El estómago como que se les desgasta, pero no dio chance de hacer nada. Nos dijeron que venía con un dengue. La noche que falleció me dijo que le daban comida picante y agua en mal estado, la filtraban con tapabocas”, contó su padre.
A pesar de haber sido una pérdida dolorosa, la familia de Yorman no desea correr el riesgo de denunciar. Temen que por acudir a revelar el caso, ante un organismo público o ante un ente internacional, sean víctimas de represalias por parte del narcochavismo que dirige Nicolás Maduro.