A medida que avanza el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, las interrogantes respecto al verdadero desarrollo de esta guerra surgen.
Los medios de comunicación y las autoridades de las naciones implicadas han difundido informaciones falsas con fines propagandísticos.
En exclusiva para Contra Poder News, el magíster abogado y profesor universitario, Federico Arrué, comentó que la desinformación sí ha sido un punto clave en este enfrentamiento, pero que está inclinado con mayor fuerza hacia un lado, “En occidente los medios pueden manipular la información, pero tenemos un margen de visión más fuerte que bajo regímenes autoritarios,” agregó, “Si bien, como en toda guerra, los números pueden estar manipulados, a grandes rasgos lo que se está viendo en imágenes es correcto.”
“Puede considerarse que luego de esta derrota que sufrió el ejército ruso en las afueras de Kiev, estemos asistiendo a una nueva fase de la guerra donde Rusia habrá entendido ya que no podrá barrer con Ucrania de un modo rápido,” continuó Arrué, quien además advirtió que un conflicto a largo plazo “no termina beneficiando a nadie. Las dos partes van a terminar mucho más debilitadas.”
Asimismo, el profesor explicó que, en ese periodo de tiempo “la esperanza de Ucrania es que las sanciones de occidente desgasten a Rusia y Ucrania especula con la idea que occidente, poco a poco, le pierda miedo a Rusia y que no es bueno ni para la OTAN ni para la Unión Europea tener este conflicto en sus puertas,” añadió, “Considero que Putin está luchando una guerra muy al estilo ruso. Históricamente Rusia ha ganado las guerras en las que se ha impuesto a costa de sacrificar vidas y simplemente por acumular mayor cantidad de recursos humanos en el frente de combate.”
Al recordarle que esta estrategia no ha sido exitosa en otros países menos poderosos como Venezuela, Arrué aseveró que son dos situaciones distintas, “Las sanciones que se le están poniendo a Rusia son mucho más abruptas, que pretenden cambios fuertes y repentinos, que tienen un impacto mayor en la población que un deterioro paulatino en la calidad de vida,” por lo que, no desestimó el papel que puedan jugar quienes hoy mantienen a Putin en el poder, “Puedo tener esperanza en la actuación de los empresarios o incluso de los militares, no así, en relación a la ciudadanía. Rusia nunca ha sido un país verdaderamente democrático ni libre. La ciudadanía rusa no está acostumbrada a la libertad ni a un verdadero voto libre.”
“Occidente, de a poco, le está perdiendo el miedo a Rusia. El ejército ruso se ha mostrado más débil de lo que parecía,” afirmó el abogado, “Occidente va a seguir aumentando sus ayudas, porque es una línea de ascenso que todavía no se ha visto interrumpida.”
Arrué también puso en duda la fuerza nuclear rusa, “Cuantitativamente, parecería que la OTAN y Rusia están en igualdad de condiciones, pero pensemos que esas armas, para mantenerse operativas, requieren gastos de mantenimientos. Estados Unidos gasta mucho dinero, un dinero que Rusia no está gastando,” y acotó que los ánimos en ambos grupos militares son muy distintos, “Cuando inició la guerra, el ejército ruso pensó que iba a entrar en Kiev en una semana, a más tardar; la moral del ejército ruso está por los suelos; en cambio, el ejército ucraniano, tiene la moral en lo alto.”
Igualmente, el profesor discutió el rol que han tenido otras potencias que pueden terminar siendo los principales victoriosos, “China es el gran ganador de este conflicto. Anteriormente, Rusia podía especular con pasarse un poco más al lado de occidente o al lado de China. Luego de esta ruptura con occidente, a Rusia sólo le queda China como aliado, por lo cual, China tiene una posición de negociación mucho más fuerte en relación a Rusia.”
“China está tomando notas de lo que ocurre con Rusia de cara al conflicto que tiene con Taiwán,” advirtió, aunque se mostró optimista, “China se está llevando una desilusión con lo que está viendo. La unidad que está presentando occidente era impensada unos meses atrás. Además se está viendo como un pueblo moralizado y persuadido de que su lucha es justa puede plantar cara a un ejército superior, eso es extrapolable a Taiwán,” concluyó.