Los cuerpos de seis rehenes fueron encontrados en un túnel del movimiento palestino Hamás cerca la ciudad de Rafa, informaron el domingo las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Se trata del ciudadano estadounidense-israelí Hersh Goldberg-Polin, de 23 años, del ruso-israelí Alexánder Lobánov, de 32, así como de Eden Yerushalmi, de 24, Ori Danino y Almog Sarusi, de 25, y Carmel Gat, de 40.
Según el almirante Daniel Hagari, portavoz de las FDI, los rehenes «fueron brutalmente asesinados por terroristas de Hamás poco antes de que llegáramos a ellos».
Ante esto, el presidente de EE. UU., Joe Biden, expresó: «Es hora de que esta guerra termine. Debemos terminarla». «Estamos a punto de llegar a un acuerdo», añadió y avisó que «los dirigentes de Hamás pagarán por estos crímenes».
«Seguiremos trabajando sin descanso para lograr un acuerdo que garantice la liberación de los rehenes restantes», prometió.
Por su parte, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, arremetió contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y su Gobierno.
«En lugar de hacer todo lo posible para traerlos a casa, Netanyahu está haciendo todo lo posible para permanecer en el poder. El Gobierno de los desastres está enterrando el Estado de Israel», escribió en su página de X.
«En lugar de hacer un trato, hacen política, en lugar de salvar vidas, entierran a los secuestrados», agregó.
De forma igual, el Foro sobre Rehenes y Familias Desaparecidas culpó al Gobierno israelí de su fallecimiento. «Si no fuera por los saboteadores, las excusas y los giros, los secuestrados de cuyas muertes supimos esta mañana probablemente estarían vivos», expresó el grupo.
«Netanyahu, basta de excusas. Basta ya de vueltas. ¡Basta de procrastinación! Ha llegado el momento de devolver a nuestros secuestrados a casa: los que viven para su rehabilitación y las víctimas y los asesinados para su entierro en su propio país», escribió.
En este escenario, cabe recordar que, de los 251 rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre, 97 permanecen en la Franja de Gaza, incluidos los cadáveres de al menos 33 muertos confirmados por las FDI.