Caracas. – Los familiares de los presos políticos recluidos en la DGCIM, fueron sometido a tratos degradantes este pasado fin de semana, al punto que muchos prefirieron retirarse, sin poder cumplir con la visita familiar.
Así lo denunció la abogada Tamara Suju, a través de su cuenta en Twitter, al enterarse de lo ocurrido durante las visitas familiares de este pasado sábado.
Según la defensora de los Derechos Humanos, los responsables de estas órdenes, bajo las cuales se sometieron a humillaciones a los allegados de los detenidos, fueron Alexis Bracho, encargado de Asuntos Penitenciarios, y el TCnel Marlon Salas Rivas.
Mujeres y hombres fueron obligados a desnudarse completamente, agacharse y a saltar. A las mujeres les exigieron que se colocaran frente a un espejo, y alumbraran con una linterna sus partes íntimas.
Algunas, indignadas por este trato aberrante, decidieron marcharse y no pudieron visitar a sus familiares presos. Mientras, a los reos los obligaron a ponerse bragas para poder ver a su gente.
En el caso del estadounidense Jerreld Kennemore, no pudo asistir a la visita por negarse a vestir la braga. Suju también reveló, que las celdas de los presos políticos son allanadas constantemente, y les prohíben rezar y leer la biblia.
Los esbirros les voltean los colchones, y a los hombres los amedrentan con perros antidrogas. Para que no denuncien estos malos tratos, los amenazan con llevarlos a celdas pintadas de gris y con poca iluminación.
Sin embargo, los jefes encargados del área penitenciaria tienen negocios con otros presos del lugar, a quienes les permiten ciertos privilegios y hasta visitas conyugales no permitidas, a cambio del pago de dólares.
La abogada reveló, que los esbirros encargados de ejecutar las acciones degradantes son apodados Pocahontas, La Tigra, El Can, El Pececito y el Flaco.