Caracas. – Más de 10.400 ciudadanos provenientes de Irán, Siria y Líbano, vinculados a actividades terroristas en todo el mundo, recibieron pasaportes venezolanos para poder desplazarse, gracias a los trámites facilitados por el narcorégimen de Nicolás Maduro, según lo reveló un reportaje del portal Daily Mail, y aseguran otros medios.
Expertos en seguridad han alertado que estas gestiones promovidas por el narcochavismo, facilitaron la entrada de potenciales células durmientes a Estados Unidos, elevando el riesgo de ataques terroristas en su territorio.
Estos archivos filtrados al citado portal informativo exponen datos personales y números de pasaporte de personas que jamás tuvieron derecho a la ciudadanía venezolana. Igualmente, los datos revelan que las operaciones se remontan a casi una década.
Un exfuncionario venezolano vinculado a estos datos incluye en los documentos que filtró a Daily Mail datos como números de pasaporte, nombres, fechas de nacimiento y países de origen. Los registros, emitidos entre 2010 y 2019, muestran que la mayoría de los beneficiarios son hombres mayores de 60 años, aunque hay casos de menores de edad.
Los documentos revelan que en el centro del esquema figura Ghazi Nasr Al-Din, diplomático venezolano de origen libanés, designado terrorista global en 2008 por su apoyo a Hezbolá. El FBI lo incluyó en su lista de terroristas en 2015, acusándolo de facilitar viajes y operaciones para esta organización.
Los datos también recuerdan, que estos procedimientos ilegales ya habían sido denunciados en 2006, cuando el Departamento de Estado de EE. UU. advirtió, que los documentos de viaje venezolanos eran “extremadamente fáciles de obtener” para personas no autorizadas.
Uno de los altos exfuncionarios de la tiranía chavista más señalado en este caso, es Tareck El Aissami, quien fue detenido por su propio sistema criminal en abril de 2024. Autoridades creen que, junto a Al-Din, emitió visas y nacionalidades a ciudadanos del Medio Oriente, fortaleciendo esta peligrosa red.
Ahora, las agencias de seguridad estadounidenses temen que agentes iraníes hayan usado estos pasaportes para asentarse en Sudamérica y luego cruzar a territorio estadounidense, donde se han mimetizado entre la población.