La invasión a Ucrania es el oceánico deseo de Putin de tratar de adherir los pedazos en los que se destruyó la antigua Unión Soviética y así saciar su faraónica ambición de poder.
Dice Putin, la invasión busca la «desmilitarización y DESNAZIFICACION de Ucrania», que tomó la decisión después de recibir una petición de ayuda de los líderes de los territorios separatistas respaldados por Rusia y para defender a las personas que durante ocho años sufren persecución y genocidio por parte del régimen de Kiev». Esas son las razones que alega para llevar a cabo la homicida acción contra los ucranianos, sin embargo, ninguna de las excusas que esgrima el aspirante a emperador justifica la invasión que está matando a gente inocente entre la que se encuentran niños.
Las sanciones impuestas a Rusia afectarán de manera efectiva la economía rusa, lo que impactará directamente al ruso de a pie, que podría cambiar su comportamiento cívico y producir alteraciones en el orden interno del país, pero no afectará a Putin ni a la élite corrupta que lo apoya porque no sufrirán las calamidades, la miseria y la escasez que impondrán las sanciones.
La decisión de Putin abre la puerta y crea jurisprudencia para la conformación de una coalición internacional que tome acciones efectivas contra los tiranos que matan de hambre a sus pueblos, violan flagrantemente los Derechos Humanos, hacen alianzas con el terrorismo y el narcotráfico y cometen genocidio.
El respaldo que Nicolás Maduro le da a la invasión de Ucrania ratifica su talante asesino y violador que sólo tiene como objetivo conservar el poder a costa de la miseria y humillación del pueblo venezolano.
El incumplimiento de los acuerdos internacionales y la llamada autodeterminación de los pueblos es el comodín que usan convenientemente los tiranos para tratar de justificar las acciones que ejecutan cuando se sienten amenazados, lo ratifica la violación de los acuerdos de Minsk por parte de Vladimir Putin al reconocer los dos territorios separatistas en Ucrania.
Ucrania no es un país integrante de la OTAN, es un país que está siendo invadido por un maniático ambicioso de poder que violó el derecho internacional y su integridad territorial.
Las potencias del mundo deben unirse a favor de Ucrania para detener la invasión Rusa, y así enviar un mensaje a los tiranos con ambición de poder qué sean estimulados a seguir el ejemplo de Putin, pero que además observan con atención el comportamiento del mundo ante esa acción.
Si el mundo civilizado y democrático no toma acción contundente ante lo que está pasando en Ucrania, Georgia, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Finlandia, Noruega,entre otros, pudieran ser el próximo aperitivo de un Putin con armas atómicas al que se ha subestimado y pretende emular a Hitler
Antonio Semprún
Militar Exiliado