De Derecha Diario
Los datos preliminares para la inflación de febrero sugieren que el 2023 será incluso más inestable que el año pasado. El resultado fiscal del primer mes del año agrega incertidumbre por la evolución futura de los precios.
El gobierno de Alberto Fernández y Sergio Massa comenzó el año electoral con un fuerte aumento del gasto público durante el mes de enero, y más próximamente una ley de moratoria previsional que añade un déficit de $278.086 millones de pesos para la ANSES en 2023.
Con el pésimo desempeño de las finanzas públicas, las metas inflacionarias difícilmente podrán cumplirse. Las consultoras privadas sugieren que los precios minoristas aumentaron entre un 5,5% y hasta 6,4% en el mes de febrero, mientras que el INDEC ya confirmó una inflación mensual del 6% en el primer mes del año.
Si se cumple este pronóstico, con plena seguridad la tasa de inflación interanual alcanzará y superará el 100%,un hecho inédito para el peso actual y una suba que no se veía en una moneda en Argentina desde 1991. El programa de Massa carece de las herramientas necesarias para llevar a cabo una estabilización propiamente dicha.
Para C&T Asesores Económicos la inflación habría llegado al 6,2% mensual en febrero, y hasta 105% en el acumulado de los últimos 12 meses. Si el IPC que mide el INDEC observa un salto de estas magnitudes, entonces el nivel de inflación interanual ascendería al 101,7%.
La consultora LCG estima que los precios habrían aumentado incluso más, hasta un 6,8% en comparación con el período precedente. Entre otros factores importantes, se observaron fuertes aumentos en el precio de la carne (11,3%) y productos lácteos (8,2%) a lo largo de febrero. Este panorama involucraría una inflación interanual del 103% según la serie del INDEC.
La consultora Ecolatina pronostica una inflación mensual del 6,3%, en línea con los diagnósticos más habituales, y la variación interanual de los precios llegaría al 101,9%. Nuevamente, se trata de la cifra más importante desde octubre de 1991.
El sondeo de relevamientos de la consultora Orlando J. Ferreres (OJF & Asociados) proyecta un aumento de precios del orden del 6,4% para febrero, y un nivel de inflación interanual del 101,5%.
Ni el programa Precios Justos ni la desaceleración de la tasa de devaluación oficial pudieron ponerle un freno al ritmo de aumento de los precios. Para el exministro de Economía Domingo Cavallo, el riesgo fiscal implícito en el resultado de enero genera incertidumbre sobre el programa de Massa.
“El control del gasto público es la única herramienta que el gobierno tiene disponible para evitar que la tasa de inflación salte por arriba del 6% mensual. Aunque estuvo tentado de hacerlo durante diciembre y parte de enero, ya expliqué en informes anteriores que el gobierno no podrá atrasar más el tipo de cambio oficial”, explica Cavallo en su blog personal.
Sin ajuste fiscal, el Gobierno se queda sin alternativas para controlar la inflación. La posición de pasivos remunerados ya alcanza el nivel más peligroso desde el primer semestre de 1989, y atrasar el tipo de cambio oficial en estas circunstancias podría desencadenar un efecto similar al Rodrigazo de 1975.
En pleno año electoral y con la economía entrando en recesión, la idea de un ajuste fiscal y con la debida actualización del tipo de cambio oficial a la inflación, parece cada vez menos probable.