De Derecha Diario
La nueva medida prohíbe esencialmente los vuelos internos entre destinos franceses cuando se dispone de un viaje en tren de menos de 2 horas y 30 minutos como alternativa.
Este miércoles, el presidente Emmanuel Macron firmó un decreto que prohíbe todos los vuelos internos en Francia de corta distancia para los tramos donde exista la alternativa de viajar en tren, con el objetivo de “cumplir la Agenda 2030” y “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”.
La medida, que se publicó mediante decreto luego de que la oposición de izquierda y de derecha se uniera para bloquear la legislación en el Congreso, prohíbe esencialmente los vuelos de cabotaje cuando se dispone de un viaje en tren de menos de 2 horas y 30 minutos.
Esto significa, por ejemplo, que los vuelos que salen del Aeropuerto de París-Orly a ciudades como Burdeos, Nantes o Lyon no podrán hacerse más, y deberán llevarse a cabo a través de tren, que en algunos casos triplica o cuadriplica el tiempo de viaje.
En un comunicado, Clément Beaune, ministro de Transporte, describió la medida como “un paso esencial y un fuerte símbolo en la política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”, y confirmó que Francia se convierte en el primer país del mundo en llevar a cabo esta medida.
Cabe aclarar que la demanda de viajes en tren subirá significativamente, por lo que a mediano y largo plazo se espera una suba en el valor del boleto para estos destinos. Además, habrá una fuerte suba para los vuelos de conexión, ya que generalmente se juntaban con los vuelos de cabotaje para llenar los aviones.
A partir de ahora, los pasajes para los aviones entre estos destinos solo podrán ser sacados si son parte de una conexión más larga, especialmente las internacionales, como por ejemplo una persona que viaje desde Londres a Lyon y luego desde allí quiera ir a París.
La legislación deja en claro que los vuelos de conexión “no serán afectados por esta disposición”, pero sin dudas habrá un impacto en los precios, probablemente eliminando la opción más barata de vuelos con conexiones en vez de vuelos directos.
Si bien es cierto que los vuelos en avión contaminan significativamente más que los viajes en tren, los que realmente tienen un impacto medioambiental son los vuelos privados, especialmente cuando se mide la huella de carbono de las personas que viajan, una forma de medición que recomienda el Fondo Mundial para la Naturaleza.
El cálculo es simple: para los vuelos comerciales, con un mismo tanque de combustible viajan de 100 a 300 personas (dependiendo el tamaño del avión), mientras que con esa misma cantidad de hidrocarburos, en un vuelo privado viajan una o un puñado de personas.
En marzo de 2023, un análisis publicado por Greenpeace mostró que el número de vuelos en aviones privados en Europa el año pasado aumentó un 64% hasta un récord de 572.806, mientras los gobiernos del viejo continente se mueven para limitar los vuelos comerciales, ignorando completamente la evidencia científica.