A pesar de venir en un aumento constante y de ofrecer una cantidad importante de beneficios a la ciudadanía, las discusiones alrededor de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) son escasas.
Contra Poder News conversó con la investigadora de Adrionaple Group, María Amaré, para profundizar en este tema, quien explicó que “las Zonas Económicas Especiales (ZEE) son áreas territorialmente delimitadas dentro de las fronteras de un país que tienen un ordenamiento jurídico, incentivos fiscales, aduaneros y comerciales distintos al del resto del país.”
Amaré aseguró que este tipo de políticas busca “alcanzar la prosperidad económica de un país,” pero afirmó que, de no ser aplicadas de la manera correcta, pueden tener efectos negativos, “Las ZEE son como un martillo, como puedes construir algo con eso, puedes destruir también, depende de cómo se aplique.”
“La atracción de inversión privada extranjera,” agregó la investigadora, “Las ZEE tienen incentivos fiscales que por alguna razón no puede haber en todo el país.”
Amaré detalló que existen varios tipos de ZEE y, dependiendo de lo que la nación esté buscando con ellas, es que se implementa alguna de ellas, “Hay zonas francas que pueden tener incentivos pocos profundos; hay zonas especializadas que se encargan de una industria en específico y tienen incentivos profundos en esa materia; hay zonas económicas diversificadas que tienen distintas industrias; y hay zonas de revitalización económica que se dan en países que tengan alguna situación económica desfavorable o quieran mejorar y se crea esa zona para agilizar la economía del país.”
“Si es una zona baldía o no, poco influye en el interés o no. Si es un terreno baldío que se le puede explotar al máximo todas las oportunidades se ven ganancias,” continuó resaltando la investigadora.
Igualmente, Amaré señaló que ve pocos elementos negativos al momento de querer invertir en una de ellas, y explicó que, en el peor de los casos los incentivos son removidos, pero ello depende exclusivamente del sistema que se tenga en la nación, “Para cambiar las políticas que determinan las reglas de una ZEE depende del ordenamiento jurídico del país, pero no veo que pueda representar un riesgo porque lo que tienen son exenciones de IVA, de otras tasas, impuesto y contribuciones. Son más los incentivos que los riesgos.”
“Las personas pueden sentir desconfianza porque hay mucho desconocimiento sobre como estas operan,” añadió Amaré, sin embargo, recordó lo positivo, “Las ZEE han creado desde el año 1978 más de 800 millones de puestos de trabajos. La ciudadanía puede acceder a bienes y servicios a un costo más accesible, porque los incentivos fiscales se traducen en precios menores para las personas.”
Finalmente, Amaré instó a los ciudadanos a “investigar” sobre las ZEE para acabar con los paradigmas que existen alrededor de ellas.