La Policía de Moldavia ha informado de la existencia de una red criminal vinculada a Rusia que consiguió reclutar a cerca de 130.000 ciudadanos a través de sobornos para influir en el resultado de las elecciones presidenciales y en el referéndum sobre la adhesión del país a la Unión Europea el próximo 20 de octubre.
El jefe de la Inspección General de la Policía (IGP), Viorel Cernauteanu, ha explicado en rueda de prensa que la organización criminal, liderada por el opositor Ilan Shor, logró transferir «el equivalente a USD$ 15 millones para estos fines».
El dinero era transferido desde Rusia a través de un banco que figura en la lista de sanciones internacionales. Los mecanismos de recopilación de datos, incluyendo listas de los sobornados, se realizaban a través de la aplicación Telegram, según ha recogido la agencia de noticias Infotag.
En este marco, la titular de la Fiscalía Anticorrupción, Verónica Dragalin, ha advertido de que «ofrecer dinero a la gente para que vote de una determinada manera se castiga con entre uno y cinco años de prisión y una multa de más de 50.000 leu moldavos», que equivalen a más de USD$ 2.800.
Cabe recordar que EE. UU., Canadá y Reino Unido denunciaron el pasado mes de junio que Rusia intenta interferir en las elecciones presidenciales moldavas e instaron al Kremlin a abandonar sus esfuerzos para «subvertir la democracia en Moldavia» y a respetar «su soberanía y los resultados de unas elecciones libres, justas e independientes».
La presidente moldava, Maia Sandu, acusó a Rusia de poner en marcha una «guerra híbrida» contra el país para lograr la caída del Gobierno mediante protestas contra las autoridades, fundamentalmente alimentadas por el partido prorruso Shor —cuyo presidente es Ilan Shor—, que fue declarado ilegal en junio de 2023.
Shor, fundador del partido homónimo de tendencia prorrusa en 1998, se encuentra prófugo de la justicia moldava desde 2019 y fue condenado ‘in absentia’ en mayo de 2023 a quince años de prisión por delitos de corrupción.
Es necesario señalar que las tensiones han aumentado significativamente desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 y que Rusia ha sido históricamente un motivo de debate en Moldavia, entre otras razones por la influencia que aún persiste en la región separatista de Transnistria, cuya población es mayoritariamente rusa y ucraniana.