Caracas. – La Narcotiranía de Nicolás Maduro rompió relaciones con siete países de la región, luego que los mandatarios de esas naciones cuestionaran los resultados electorales que lo colocan como supuesto ganador de las recientes elecciones presidenciales.
Primero fue Argentina, a través de los pronunciamientos de su presidente, Javier Milei, quien acusó al narcotirano de falsificar los resultados para robarse las elecciones.
Luego, fue el presidente panameño, José Raúl Mulino, quien, de acuerdo con las advertencias que realizó días antes de los comicios, puso en dudas los resultados anunciados por el CNE chavista. A estas dudas se unieron las voces de naciones como Chile, Perú, Ecuador.
Tanto Argentina como Panamá fueron los primeros en anunciar la ruptura de relaciones diplomáticas con el régimen madurista, hasta que se esclareciera la incógnita sobre las verdaderas cifras arrojadas por las relaciones presidenciales.
A las serias críticas de Milei y Mulino se unieron países de la Unión Europea, así como Brasil y Colombia, los cuales pidieron a la tiranía presentar, acta por acta, los números que presuntamente decidieron a Maduro como presidente reelecto.
Ante esta reacción, Maduro, de manera precipitada anunció ruptura de relaciones con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, aumentando él mismo el cerco que se cierne sobre la organización criminal que dirige.
Mientras, sigue en pie la exigencia de muchos gobiernos, en exigir a Maduro y sus secuaces un reconteo de votos, ya que las dudas sobre su supuesta victoria están bien fundamentadas.