Caracas. – La complicidad de Tareck El Aissami con Estados Unidos, en su afán de destruir la economía venezolana, fue uno de los argumentos en los cuales basó la detención del exministro de petróleo, el fiscal del narcorégimen, Tarek William Saab, durante sus declaraciones este pasado martes.
Según Saab, las actividades ilícitas que desarrollaban El Aissami y sus secuaces, tenían vínculos internacionales. Precisó que estas operaciones guardan presunta relación con lo que denominó un «eje entre Miami y Washington».
Aseveró incluso que informantes del régimen en Estados Unidos les confirmaron el mismo martes que ya en Washington estaban al tanto de la captura de El Aissami realizada ese mismo día.
El fiscal del régimen señaló que el entramado de corrupción liderado por El Aissami, Samar López y Simón Zerpa, tenía un objetivo en común con las suúestas conexiones estadounidenses: desestabilizar la economía venezolana.
“No me cabe la menor duda de que estas personas estaban vinculadas a Washington, particularmente con el Miami-Washington para destruir la economía venezolana. El plan era ese: que el país llegara al 2024 destruido, pero no lo lograron. Y el castigo tiene que ser implacable. Pudiera venir una nueva fase y haber nuevas detenciones. Hemos desmontado la arquitectura de corrupción con investigaciones conclusivas que develan de manera triangulada lo financiero-económico con lo político y lo imperial que aquí se concatenó para hacer grave daño al país», explicó.
Uno de los procedimientos ejecutados por El Aissami y sus cómplices, consistía, según Saab, en asignar cargas de crudo de manera irregular, para lo cual se favorecía del alto cargo que ocupaba en PDVSA.
Estos envíos de petróleo eran destinados a aumentar las arcas de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y a particulares, sin seguir los procedimientos administrativos adecuados ni respetar las normativas de contratación de la estatal petrolera.
Gracias a estas exportaciones irregulares de crudo, los contactos obtenían grandes ganancias, pero de manera ilícita. Luego, convertían los montos en diferentes divisas extranjeras y criptomonedas, lo que dificultaba su rastreo por parte de las autoridades.
Pero, también, Saab acusó a El Aissami, de estar vinculado a una red de prostitución, la cual era empleada para lavar dinero.
«Para ejecutar estos lavados de dinero y esta legitimación de capitales, tenía una red de prostitución, yo la llamé en su momento ‘Las Muñecas de la Mafia’… Aparte de la corrupción financiera de su actividad en contra de la democracia del Estado venezolano, mantenía una red de prostitución de jóvenes venezolanas y extranjeras», explicó el fiscal chavista.
De este modo, cerró la narrativa con la siguiente expresión: «es algo asqueroso, de pana». Dijo que este tipo de operaciones fue heredada por El Aissami y sus secuaces de otro alto exfuncionario del chavismo: Rafael Ramírez, aseverando que «copiaron parte de lo que este sujeto hacía en su primera fase».