Las autoridades de Pakistán y Afganistán han protagonizado durante las últimas horas un nuevo cruce de reproches al hilo de los recientes combates en la frontera y la represión de una protesta por parte de un partido fundamentalista que intentaba marchar hacia la capital, Islamabad, en un nuevo repunte de las tensiones bilaterales a pesar de los llamamientos regionales a la calma para evitar un conflicto a gran escala.
El portavoz de los talibanes y viceministro de Información de Afganistán, Zabihulá Muyahid, ha presentado sus condolencias a los muertos por la intervención de las fuerzas de seguridad paquistaníes durante una manifestación el lunes por parte del Partido Tehrik-e-Labaik (TLP) en la capital de Pakistán, mensaje en el que ha incidido en que se trataba de «una protesta leal».
«El Ejército paquistaní respondió abriendo fuego y atacando a los manifestantes, lo que causó un número significativo de víctimas y pérdidas financieras entre la población civil», ha manifestado en un comunicado en su cuenta en la red social X, donde ha dicho que Kabul está «profundamente entristecido y muy afectado por esta violencia y la trágica pérdida de vidas entre civiles inocentes».
«Pedimos al Gobierno paquistaní y a sus autoridades que cesen cualquier nuevo acto de violencia contra su pueblo y que busquen soluciones a través del diálogo y los entendimientos mutuos», ha sostenido Muyahid, quien ha trasladado sus condolencias a los familiares de las víctimas y ha deseado una pronta recuperación a los heridos.
En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Pakistán ha criticado las declaraciones del «portavoz del régimen talibán» sobre «asuntos internos de Pakistán», en lo que supone un giro en la retórica, ya que hasta ahora Islamabad se refería a las autoridades instauradas por los fundamentalistas en agosto de 2021 como «el gobierno interino afgano».
«Recomendamos firmemente al portavoz afgano que priorice asuntos relativos a Afganistán y que evite hacer comentarios sobre asuntos que están fuera de su jurisdicción», ha dicho en un comunicado en X en el que ha resaltado que «el principio de no interferencia en asuntos de otros países debe ser respetado, en línea con las normas diplomáticas internacionales».
En este sentido, ha hecho hincapié en que «Pakistán no necesita consejos externos sobre sus asuntos internos» y ha agregado que Islamabad «espera que el régimen talibán se ciña a sus obligaciones y promesas a la comunidad internacional» durante el proceso que derivó en un acuerdo de paz con EE. UU. en febrero de 2020, incluido que su territorio no sea usado por grupos terroristas.
«El régimen talibán no debe permitir que su territorio se utilice para actos de terrorismo contra otros países. Además, debe centrarse en la formación de un gobierno inclusivo y verdaderamente representativo, en lugar de dedicarse a la propaganda infundada», ha zanjado el Ministerio de Exteriores de Pakistán.