De Derecha Diario
A cambio de que voten a favor de su investidura, Pedro Sánchez prometió a ERC y Junts que no frenaría un nuevo intento de independencia de los partidos catalanes. VOX llama a una resistencia civil en todo el país.
Tras los resultados de las elecciones del pasado 23 de julio, a pesar de que el centroderechista Partido Popular (PP) obtuvo el primer puesto, no sumó la cantidad de votos con VOX para poder formar un nuevo gobierno y destronar al socialista Pedro Sánchez.
De esta manera, el líder del PSOE selló rápidamente el apoyo de los comunistas (englobados en el partido Sumar) y se puso en negociaciones con los partidos independentistas de Cataluña, ERC y Junts per Catalunya. Estas formaciones consiguieron varias bancas en el Congreso Nacional y pueden desbloquearle la investidura.
La derecha española tiene un fuerte discurso en contra del independentismo catalán, por lo que era imposible que estas fuerzas separatistas apoyaran la investidura del PP y de VOX, pero nadie se imaginaba que Pedro Sánchez fuera a entregar tan fácilmente la Nación española.
Determinado en no repetir las elecciones por el miedo de perder el poder, Sánchez acordó con el ERC y Junts un acuerdo de gobernabilidad este 9 de noviembre, aniversario de la consulta ilegal del 2014 previa el referéndum del 1ro de octubre de 2017, cuando Cataluña declaró unilateralmente su independencia y debió ser intervenida por el Gobierno Nacional.
Dentro del acuerdo, Sánchez prometió darle amnistía a todos los líderes independentistas catalanes, entre ellos Carles Puigdemont, quien se encuentra todavía exiliado con un pedido de captura de la Justicia española por su intento subversivo de fundar una República independiente en el territorio catalán.
Otro punto es aceptar que se lleve a cabo un “referéndum de autodeterminación“, donde el gobierno de Cataluña le preguntará a sus ciudadanos si quieren seguir siendo parte de España o si quieren independizarse. La última vez que se celebró una consulta popular de este tipo, la cual fue declarada ilegal por el Estado español, el independentismo ganó con el 80% de los votos.
Desde ya, se espera que este referéndum dé ganador a los separatistas, y no está claro qué pasará a partir de ese momento. En 2017, el entonces presidente Mariano Rajoy decidió intervenir la Comunidad y anuló la declaración de independencia de Puidgemont, pero se cree que Sánchez prometió que no actuará de esa manera.
Más allá de una eventual separación, otro punto que cedió Sánchez fue que aceptó modificar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas para establecer una “cláusula de excepción de Catalunya que reconozca la singularidad en la que se organiza el sistema institucional de la Generalitat y que facilite la cesión del 100% de todos los tributos que se pagan en Catalunya“.
En otras palabras, Sánchez le entrega total autonomía a Cataluña en cuestiones administrativas y tributarias, por lo que la región pasará a ser independiente en todo menos el nombre, incluso antes de llevar a cabo el referéndum.
En el pacto incluso se prometió que Cataluña tendrá “participación directa” en las instituciones europeas e internacionales, de manera separada a la representación que ya da la Cancillería española. Prácticamente, un país separado.
En medio de este desastre que podría terminar con la Nación de España como la conocemos, Alejo Vidal-Quadras, ex presidente del PP y uno de los fundadores de VOX, una personalidad importantísima de la política española, sufrió un intento de asesinato en la calle en Madrid tras recibir un disparo en la cabeza de un hombre en moto, de lo que se presume es un sicario.
Ante esto, el diputado y presidente de VOX, Santiago Abascal, dijo que este jueves “comenzó un periodo negro en la historia de España“, y agregó que “hoy se ha puesto en marcha un golpe contra la Nación“.
“Los golpistas del PSOE y de Junts han sellado hoy su amenaza a la unidad nacional y a la ley con un acuerdo golpista que implica la abolición del Estado de Derecho“, aseguró Abascal.
Y anadió: “Este es el principio del fin de la democracia y la deslegitimación de todas las instituciones, desde al Corona, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo, entre otras“.
“Es un acuerdo golpista que implica una clarísima amenaza a la soberanía nacional de los españoles“, porque “abre la puerta un referéndum de secesión completamente ilegal” y porque “acepta una mediación internacional deslegitimando aun más muestra nación“.
El dirigente de derecha ha convocado a todos los españoles, “sin importar su color político”, a marchar en las calles de España en contra de este acuerdo, que promete disolver el país en los cuatro años de mandato que pronto empezarán.
“Iniciamos un periodo de resistencia civil, pacífica, pero firme, que será larga, pero que sólo tiene un fin que nosotros conocemos y aceptamos: o el dictador en el banquillo o los que nos oponemos a este golpe en la cárcel“, sentenció.
Y finalizó: “Este no es el momento de los partidos, sino del pueblo unido para defender lo más importante, la convivencia y la Nación“.