De Derecha Diario
Según datos de la Universidad de Oxford, Chile ha superado a Israel en el porcentaje de población vacunada, al menos con una dosis, y ya es el país con más vacunados per capita del mundo.
Esta noticia, que podría ser de celebración para los chilenos, quienes el 30 de junio cumplirán 469 días en Estado de Excepción Constitucional (DS. 104 del 18 de marzo del 2020), no cambió para nada las políticas públicas del gobierno de Piñera.
Ahora, el Ejecutivo le solicitó al Congreso Nacional, de mayoría izquierdista, prorrogar una vez más el Estado de Excepción por otros 90 días.
Los partidos más cercanos a Piñera han puesto objeciones para aprobarlo, sin embargo en negociaciones con las cúpulas partidarias, Piñera alinea a sus fuerzas y la extensión del régimen del terror se proyectará por otros tres meses, configurando a Chile como uno de los países más autoritarios en el manejo de la pandemia en América Latina.
Las medidas que implica esto son: escuelas cerradas; restricciones de movilidad tanto dentro del país como viajes al extranjero; prohibición de funcionamiento de comercios; generación de dos clases de ciudadanos, los vacunados versus lo no vacunados, donde los primeros tendrían un poco más de libertad pero no todas; prohibición de espectáculos masivos, deportivos o reuniones familiares de más de 5 personas; toques de queda; y prohibición de reunificación familiar entre personas que están separadas por diversas circunstancias en distintas regiones del país.
Lo mismo está ocurriendo con la presión para el cierre de fronteras, tanto externas como internas entre las regiones, mientras los políticos chilenos pueden desplazarse en todo el territorio, lo que ha llevado a fuertes críticas de sus ciudadanos.
Durante este gobierno de excepción, Sebastián Piñera desplegó por el país, conjuntamente con parte de sociedad civil, prensa y colegio médico, un régimen de persecución y miedo contra quienes aún luchan por ejercer sus libertades fundamentales, sumado a los cuestionamientos internacionales sobre la efectividad de la vacuna china CoronaVac, que como indicó el New York Times «a pesar de mantener unas altas tasas de inoculación de vacunas mayoritariamente fabricadas en China, sugiere que estos preparados pueden no ser tan eficaces en la lucha contra el coronavirus y sus nuevas variantes«.
«Qué pasa con los templos, con las iglesias, las escuelas y los colegios. Necesitamos abrirlos«, señaló Francisco Eguiguren, diputado de la región de Coquimbo.
«No coloquen la variante delta como una excusa, estamos para tomar medidas asertivas«, señaló por su parte Gastón Saavedra, diputado de la región de Biobío.
Sin embargo, la discusión del día 24 de junio se dio generalmente sobre la situación de aumentar ayudas sociales y gasto público, continuar persiguiendo a los no vacunados -sin mencionar a la población recuperada- y el extender el estado de excepción, relajando de cierta manera las restricciones, solo para vacunados.
Por su parte el Ministro de Salud, Enrique Paris, reconoció el desgaste en las medidas de contención y también manifestó su preocupación por los enormes problemas de salud mental de los chilenos, especialmente en pacientes deprimidos o con prolemas de ansiedad.
Con todo, el gobierno paradójicamente centroderechista se alista para gobernar con medidas semejantes a las de cualquier dictador o tirano latinoamericano por tres meses más, mientras se preparan las primarias presidenciales del 18 de julio del 2021.
Durante la jornada, la Cámara Baja aprobó la extensión de la dictadura sanitaria chilena por 93 votos a favor -de los 79 requeridos-, 38 en contra (23 de ellos de Chile Vamos) y 6 abstenciones. Posteriormente, en una votación express, se despachó el proyecto de ley con 26 votos a favor y sólo 12 en contra por parte del Senado