Por César Gil
A Maduro ya le dijeron que el Estado no puede más con los empresas públicas, por eso ofertará, en la bolsa de acciones de empresas del Estado, para asi encontrar financiamiento, tecnología y acceso a nuevos mercados.
Maduro está decidido a quitarse el peso de las empresas públicas que no facturan, ni siquiera para pagar la nómina, pero que se acostumbraron a las transferencias estatales desde el Banco Central de Venezuela, es decir, ser sostenidas de manera inorgánica, solo como una forma de meterle la mano al bolsillo de los venezolanos, que al final pagan los platos rotos de estas politicas socialistas fracasadas.
Desde el punto de vista económico, sabemos que las transferencias con dinero, sin respaldo, desatan una voraz hiperinflación y generan un creciente malestar social con costo político, y los «asesores» de Maduro se lo habrán dicho.
Como se ha venido frenando la hiperinflacion de forma artificial, ahora este gobierno toma medidas para evitar que se reproduzca la hiperinflación y pagar un costo político electoral de cara a las presidenciales de 2024. Esto se lo dicen también a Maduro.
Explico, la entrada de empresas estatales a la bolsa, significa el fin de la economía rentista que, hasta hace unos años, utilizó el caudaloso ingreso petrolero para financiar una creciente presencia del Estado en la economía. Esto tambien se lo habrán dicho a Maduro.
En este momento debe saber este gobierno, que, en el contexto de sus fracasadas politicas socialistas, ya no es posible transferir la reducida renta petrolera a las empresas quebradas, a través de inversión directa o con préstamos a bajas tasas de interés y con garantías flexibles.
Un gobierno serio, atraería inversionistas confiables, sanearía a las empresas, convocaría a asambleas de accionistas, activaría mecanismos de memoria y cuenta de gestión, presentaría estados de cuenta auditados, entre otras acciones de saneamiento.
De venderse acciones de estas empresas en el mercado de valores, seguramente esas acciones las tomarán accionistas de alto riesgo que, ya vienen conversando con el gobierno para asumir la reestructuración de las mismas. Sería lo minimo para que Maduro logre «entender».
Entonces, se trataría de un proceso de privatización en dos tiempos: Primero, se privatiza la gestión de la empresa, para que se encarguen de repotenciarla, luego, una vez saneada, se procede a privatizar la propiedad de los activos. ¿Sera que esto lo entenderán?
Se requiere, es estimular a inversionistas serios y se cierre el paso a quienes pretenden lavar dinero, que se responda al interés nacional, sin considerar politicas fracasadas del socialismo, y no sea un episodio más, a través del cual grupos privilegiados corren con ventaja y aprovechan los apuros de un gobierno con restricciones presupuestarias, para aprovechar el remate de los activos públicos.
