El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha convocado este martes al embajador alemán en Moscú, Alexander Lambsdorff, en protesta por la reciente apertura de una nueva base naval de la OTAN en la ciudad de Rostock, en el extremo norte del país centroeuropeo, a orillas del mar Báltico.
Para Moscú, la inauguración de la nueva base, creada por iniciativa de Berlín, es «una continuación del rumbo hacia la revisión progresiva de los resultados de la Segunda Guerra Mundial y la militarización del país», según se desprende de un comunicado difundido por la diplomacia de Rusia.
Así las cosas, las autoridades rusas han subrayado que la inauguración de la base en Rostock viola el Tratado 2+4, firmado en 1990 entre la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA) junto a EE. UU., Francia, Reino Unido y la Unión Soviética.
De acuerdo con uno de los artículos de este pacto, la Alemania unificada estaba obligada a «impedir el estacionamiento y despliegue de tropas extranjeras en el territorio de la antigua RDA». Rostock se ubica en lo que antiguamente era la Alemania oriental, por lo que Rusia exige ahora «explicaciones inmediatas y completas».
«Surgen paralelos trágicos con la remilitarización de Renania por parte de Alemania en 1936, en violación de los términos del Tratado de Versalles de 1919», ha añadido la diplomacia rusa, trazando así similitudes con el auge del nazismo en Alemania y el «desastre» que supuso para «los pueblos de Europa y la propia Alemania».
«Ahora, en la actual etapa histórica, los antiguos aliados occidentales de la coalición anti-Hitler no sólo bendijeron a Berlín por una violación directa de uno de los documentos legales internacionales básicos, sino que también se han convertido en sus cómplices directos», ha añadido Moscú.
Finalmente, el Ministerio de Exteriores de Rusia ha advertido no solo a Alemania, sino también a «Washignton y Bruselas» de que «la expansión de la infraestructura militar de la OTAN en territorio de la antigua RDA tendrá las consecuencias más negativas y no quedará sin una respuesta adecuada».
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, inauguró en la víspera un nuevo cuartel general táctico naval en Rostock entre cuyas principales atribuciones se encuentra la de coordinar las actividades navales de todos los aliados de la OTAN en el mar Báltico, según detalla la prensa germana.
Pistorius informó de que este centro estará listo para «dirigir operaciones navales en tiempos de paz, crisis y guerra» y lanza además un contundente mensaje tanto a los socios de Berlín como a quienes «amenazan» la paz de que «Alemania se mantiene firme en sus compromisos».